parís - El presidente de Francia, François Hollande, confirmó ayer que desde este martes se ha movilizado al portaaviones Charles de Gaulle para intervenir en Irak con “todavía más fuerza e intensidad” en caso de que sea necesario.

En un discurso ofrecido a las Fuerzas Armadas desde ese portaaviones cerca de la base de Tolón, en el sur del país, el jefe del Estado indicó que su movilización se justifica por la situación actual en Oriente Medio.

El portaaviones trabajará “en estrecho vínculo” con las fuerzas de la coalición internacional y permitirá disponer tanto de “los medios de proyección en caso de tensiones adicionales” como de “información preciada” para mejorar la intervención en ese país contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

El Charles de Gaulle, joya de la Marina francesa, es en palabras de Hollande “un instrumento de fuerza y de potencia”, “símbolo” de la independencia de Francia, que “manifiesta la capacidad política, militar y diplomática” del país.

A bordo, según recordaron ayer los medios franceses, viajan 2.000 marines, doce cazas de combate Rafale y nueve Súper Étendard, cuatro helicópteros y un avión de vigilancia.

Le acompañan además como refuerzo un grupo aeronaval compuesto por una fragata de defensa antiaérea, un submarino nuclear de ataque y un petrolero para su suministro, por lo que, según resume el diario Le Parisien, se trata de un “pequeño ejército”.

El discurso de Hollande llegó en un momento en que se ultimaba para ayer a la noche el despliegue en el país de 10.500 militares para garantizar su seguridad interior, cifra con la que por primera vez se supera el número de soldados movilizados en el extranjero (8.500) y que se produce en respuesta a los atentados de la semana pasada.

El presidente subrayó que se deben conjugar al mismo tiempo las amenazas que llegan del interior y del exterior, y explicó que la decisión de recurrir al portaaviones se toma con el objetivo de hacer frente al terrorismo. - Efe