Bilbao - Los socialistas vascos dieron ayer el pistoletazo de salida de la precampaña que desembocará en las elecciones municipales y forales del próximo mayo, y lo hicieron tras el emplazamiento que realizó la secretaria general del partido, Idoia Mendia, para que el PSE se ponga “las pilas” y haga de los próximos comicios su “prioridad máxima”. “Los socialistas nos jugamos el ser en estas elecciones”, reconoció la dirigente socialista, que se enfrenta a su primer test en las urnas tras su elección como líder del PSE el pasado septiembre.

El declive electoral de los socialistas, que los sondeos no prevén que se vaya a frenar, y la amenaza por la izquierda de Podemos colocan a los socialistas en una situación complicada, aunque Mendia confía en que los comicios de mayo supongan “un punto de inflexión para el socialismo en su conjunto”. Ante el Comité Nacional del PSE -el máximo órgano entre congresos- reunido ayer en el Euskalduna de Bilbao y que ratificó el nombramiento de los candidatos a las urnas, la dirigente socialista apeló a los cuadros del PSE “a patear las calles y hablar con la gente” con el objetivo de incrementar el número de alcaldías socialistas, muy menguado tras los comicios de 2011.

Para ello reivindicó que el PSE es “el único partido que antepone los intereses del país”, frente a un PNV que “gobierna las instituciones como si fueran un batzoki”, un Bildu que “ha demostrado lo peor de la vieja política, excluyente, sectaria e inútil”, un PP que “recorta derechos” y las “nuevas fuerzas -en alusión a Podemos- que prometen asaltar los cielos pero que nunca pisan la tierra”. Mendia aprovechó la cita para explicar a los dirigentes de su partido el motivo que ha llevado al PSE a posibilitar la aprobación de los Presupuestos de Iñigo Urkullu, que no es otro, según dijo, que “paliar la situación de las personas que lo están pasando mal”. “Facilitamos estas cuentas porque creemos que es mejor para la gente que ir a la prórroga”.

“Gobierno perezoso” Con todo, lanzó duras acusaciones contra el Ejecutivo de Urkullu, que tachó de “gobierno perezoso y sin iniciativa”, y llamó la atención de que “en Euskadi empieza a prender la llama de la desigualdad”. Fue especialmente expeditiva con el consejero de Empleo y candidato del PNV a la Alcaldía de Bilbao, Juan María Aburto, del que apuntó que deja su departamento “empantanado” y al que acusó de tener “la cabeza puesta en el Salón Árabe” del Ayuntamiento bilbaino y no en los miles de desempleados vascos.