madrid - El nuevo ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, se estrenó ayer en el cargo durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso condenando en primer lugar los tres últimos casos de violencia de género, así como tendiendo la mano a la oposición para colaborar y llegar a acuerdos, y ensalzando también la “vocación social de este Gobierno”.
Alonso hizo estas afirmaciones en respuesta a la secretaria de Igualdad del PSOE y portavoz en el Congreso en la materia, Carmen Montón, así como al portavoz socialista de Sanidad, José Martínez Olmos. El objetivo de estos en sus respectivas preguntas era conocer si entre sus planes al frente del Ministerio se encontraba continuar con la senda de recortes efectuada por su antecesora en el cargo, Ana Mato.
De hecho, la socialista celebró su disposición al diálogo y al acuerdo, si bien ha dicho no fiarse de él, tras su legado como diputado en esta legislatura en la que ha apoyado todas las leyes puestas en marcha por el Gobierno, como la reforma laboral que ha aumentado el paro o siendo firmante del recurso de inconstitucionalidad de la Ley del Aborto. “Es evidente que Rajoy no le ha llamado como experto sino que le ha llamado como verdugo para rematar las políticas en contra de las mujeres, nefastas y peligrosas”, dijo al nuevo ministro. “Ha empezado muy mal -añadió-. ¿Le parece serio que para un ministro que con este lunes usted se despache con dos tuits frente a dos asesinatos y un grave ataque, ¿le parece suficiente? En violencia de género no vale el postureo”.
Alonso le respondió con un irónico “gracias”, insistiendo en su disposición al diálogo y a la comunicación con los grupos de la oposición, y señalando que quizá es “prematuro” recibir esas “críticas” tan “agrias” ya que sólo lleva una semana en el cargo, reconociendo que puede que sea “difícil” llegar a algún punto de acuerdo. - Europa Press