Bruselas - La coalición de países contra los yihadistas del Estado Islámico (EI) celebró ayer su primera reunión ministerial en la que constató haber detenido el avance de ese grupo terrorista en Irak y Siria y estableció unas bases de consulta y coordinación que dotan de un marco político a sus acciones. “La campaña global empieza a mostrar resultados. El avance del EI a través de Siria y en Irak está viéndose detenido”, señalaron en una declaración conjunta sesenta participantes en la coalición que asistieron a esta reunión, convocada en Bruselas por el secretario de Estado estadounidense, John Kerry. “Ha quedado absolutamente claro por los comentarios de todo el mundo, sobre todo del primer ministro de Irak (Haidar al Abadi, que asistió también al encuentro), que hemos hecho progresos significativos en dos meses y medio”, afirmó Kerry en una rueda de prensa al término de la cita. Aunque reconoció también que “hay mucho trabajo por hacer” todavía dado que el EI “sigue perpetrando terribles crímenes”, dijo que hay “consenso de que el auge ha sido detenido” y se ha puesto en jaque su capacidad de financiarse o de recibir combatientes extranjeros.

Los ministros de Exteriores, embajadores y otros participantes subrayaron que las fuerzas iraquíes y las del gobierno kurdo regional están ahora “recuperando terreno” en Irak con el apoyo de los ataques aéreos de los aliados internacionales.

A su vez, reconocieron que “una campaña exitosa contra el EI llevará tiempo y requerirá una respuesta sostenida, unida y coordinada”, por lo que reiteraron su “compromiso a largo plazo con este esfuerzo”.

Los 59 países firmantes, junto a la Unión Europea, que asistió como organización participante en la coalición, celebraron especialmente la intervención del primer ministro iraquí, quien detalló el plan de su Gobierno para acabar con este grupo terrorista a través de “medidas económicas, políticas y de seguridad”. Asimismo, tomaron nota del compromiso de Irak para continuar sus esfuerzos en la reforma del sector de la seguridad, la descentralización y la buena gestión.

Fuerzas terrestres La declaración común también subraya que varios participantes señalaron específicamente la necesidad de “fuerzas terrestres efectivas para derrotar finalmente al EI” y, en ese sentido, alabaron las acciones emprendidas por fuerzas moderadas de la oposición en Siria que luchan contra los yihadistas en ese país. Estos participantes pidieron además “más apoyo a estas fuerzas moderadas de la oposición”, que combaten en “múltiples frentes contra el EI, el Frente al Nusrá y el régimen sirio”.

El ministro español de Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, indicó a la prensa que en la reunión “lo más sorprendente” fueron las intervenciones de algunos países de la región en las que solicitaron “buscar alguna forma de colaboración del Ejército Libre Sirio, que es oposición moderada, y las Fuerzas Armadas sirias” del régimen de Bachar al Asad. En su opinión, se trata de un planteamiento “no excesivamente compartido” pero que “encaja” con el pensamiento del Gobierno español. García-Margallo también vio necesario que haya “botas sobre el terreno”, ya que “el bombardeo aéreo, sin ayuda terrestre, no acaba de concluir el conflicto”, al tiempo que precisó que esos soldados deben ser “locales”.

Esta primera reunión ministerial sirvió además para establecer un marco político más desarrollado para la coalición, que decidió “seguir coordinándose y controlando sus progresos”, así como “garantizando la sincronización y unidad de sus esfuerzos”.

Así, los participantes acordaron reunirse “regularmente” para efectuar consultas políticas y armonizar sus políticas, estrategia y recursos.

En particular, señalaron que celebrarán encuentros a nivel ministerial o viceministerial, y que nuevas reuniones plenarias de los ministros deberán tener lugar “tan frecuentemente como sea necesario”, sin dejar pasar más de 180 días entre ellas.

Aunque la reunión tuvo lugar en la sede de la OTAN, donde el martes se celebró una reunión ministerial a la que asistieron muchos participantes de la reunión de ayer, fuentes diplomáticas aseguraron que fue por razones de “logística” y que la Alianza Atlántica no participa en las gestiones de la coalición.

La OTAN señaló más tarde en un comunicado que, en una reunión con el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, Al Abadi informó de que su Gobierno va a enviar una petición de apoyo a sus capacidades de defensa, algo a lo que los líderes de la Alianza se mostraron abiertos en su cumbre de Gales (Reino Unido) en septiembre.

Una “amenaza común” La OTAN dijo que estudiaría esa solicitud y que podría así “complementar los considerables esfuerzos ya asumidos por la coalición liderada por EEUU, organizaciones internacionales y países individuales”. El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, destacó ayer su percepción de los yihadistas como una “amenaza común”, al inaugurar la primera reunión ministerial de los países que forman la coalición internacional contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI).

“Esta rápida unión de esfuerzos no es algo cosmético, es el reflejo de las acciones emprendidas por más de 62 entidades y países para acabar con el Estado Islámico”, indicó Kerry en la apertura de la reunión, a la que también asiste el jefe de Gobierno iraquí, Haidar al Abadi.

El jefe de la diplomacia estadounidense valoró que hace sólo dos meses y medio la coalición aún no existía y señaló que “este impresionante resultado refleja nuestra determinación de combatir al EI”, una “amenaza común” para los “intereses y valores” de los países aliados. “La diversidad de la coalición es fuente de una fuerza excepcional”, consideró.

Reconoció el “papel dinámico” de los Estados árabes en esta coalición y celebró que líderes musulmanes de todo el mundo se estén posicionando contra el EI.

También ensalzó el papel del Gobierno iraquí y valoró que los iraquíes se estén “movilizando para recuperar el terreno perdido” a manos del EI, y celebró el acuerdo que firmó Bagdad el martes con la región autónoma del Kurdistán sobre la exportación de petróleo kurdo y la cuota de esa zona al presupuesto general del país. - Efe