barcelona - El Govern presentó ayer un proyecto de Presupuestos para el próximo año de un “alto contenido político”, con una diferencia entre ingresos y gastos de 2.500 millones de euros, cifra que confía reducir si el Estado paga 2.183 millones que suman algunas de las deudas que ha acumulado con Catalunya durante los últimos años.
CiU, que está en minoría, necesita del apoyo de al menos 18 parlamentarios o la abstención de dos de los grupos principales -ERC o PSC- para que las cuentas salgan adelante, algo que por ahora ninguna de estas dos fuerzas está dispuesta a hacer.
Los republicanos sólo están dispuestos por apoyar una prórroga presupuestaria y anticipar las elecciones para proclamar la independencia la próxima legislatura, y los socialistas han anunciado una enmienda a la totalidad, algo que también han anunciado ICV-EUiA, PP, CUP y C’s.
El proyecto de presupuestos que registró en el Parlament el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, prevé para 2015 unos ingresos de 19.981 millones, unos gastos de 22.481 millones -de los cuales el 71,2% corresponden a gasto social- y un déficit del 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB). El objetivo de Mas-Colell es que buena parte del diferencial de 2.500 millones entre gastos e ingresos se obtenga del Estado, y que pague parte de su “deuda histórica” que mantiene con Catalunya.
Concretamente, se pedirá al Estado que pague 789 millones de euros por el fondo de competitividad, 635 por compensar el impuesto de depósitos bancarios y otros 759 millones con concepto de la disposición adicional tercera del Estatut en 2010, que establecía que las inversiones del Estado en infraestructuras en Catalunya tenían que equivaler a la contribución que hace esta comunidad al total del Producto Interior Bruto (PIB). Según Mas-Colell, es “de justicia” que en 2015, los empleados públicos recuperen las 14 pagas y que los interinos vuelvan a trabajar el 100% de su jornada y al sueldo, frente a la reducción del 15% de los últimos tres años. - Europa Press