PARÍS - El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, descartó ayer una crisis de Gobierno más amplia y la redujo a la sustitución de Ana Mato, que dejó la cartera de Sanidad y Asuntos Sociales el pasado miércoles por el caso Gürtel. Según subrayó acompañado por el presidente de Francia, François Hollande, al término de la cumbre hispano-francesa en París, el líder del PP está “muy contento” con el trabajo y los resultados de los ministros que nombró “en su momento”, precisando además que otra de las razones para descartar cambios era que la gran parte de ellos estaban presentes en la citada cumbre.
En este contexto, Rajoy citó para hoy a la plana mayor del PP con la vista puesta en las elecciones autonómicas y municipales de mayo, en un momento en que cargos de la formación piden en privado recuperar el pulso político y reforzar la imagen de la formación. Detrás de esa petición se hallan los escándalos de corrupción que han salpicado al partido -desde la Operación Púnica y el caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid, hasta la trama Gürtel y el caso Bárcenas- y la pérdida de confianza que recogen las encuestas. La creciente desafección ciudadana tiene como beneficiario claro a Podemos, el partido que lidera Pablo Iglesias.
“Es necesario que haya un impulso de la actividad del partido. Es un clamor porque a pocos meses de las elecciones es fundamental tener un partido fuerte, engrasado y potente”, resume un veterano parlamentario, que está convencido de que Rajoy tiene “un plan” por su experiencia en la organización de campañas electorales durante el mandato de José María Aznar. El relevo de Mato al frente del ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales se conocerá mañana. - E.P.