bILBAO - Arantza Quiroga decidió seguir ayer la estela de Mariano Rajoy y se echó en brazos del debate identitario para marcar posiciones con vistas a las elecciones municipales y forales de mayo. Si el presidente español lleva varias jornadas alzando su tono contra el president Artur Mas y el proceso soberanista catalán en un momento en que la crisis económica no escampa a la velocidad que hubiera deseado, ayer Quiroga equiparó al PNV con Mas y vaticinó que pisará el acelerador con el nuevo estatus en 2016, cuando tenga que medirse en las elecciones autonómicas con la izquierda abertzale. En un acto político celebrado en Portugalete, Quiroga vaticinó que en 2016 los jeltzales plantearán un nuevo estatus y que “lo llamarán como quieran, lo formularán de diferentes maneras, pero al final meterán a la sociedad en esa senda de obligar a los ciudadanos a elegir entre ser vasco o español”. En ese contexto, la presidenta del PP de la CAV postuló a su formación como la alternativa para aquellos ciudadanos que se sienten vascos y españoles y que, a su juicio, son la mayoría. Acompañada por responsables de la Ejecutiva en Euskadi y la dirección vizcaina del PP, Quiroga recuperó el discurso identitario con las elecciones a la vuelta de la esquina. Aunque no es la primera vez que introduce esos argumentos en su discurso y meses atrás ya trató de comparar y detectar analogías entre el PNV y CiU, ese discurso ha sido bastante más intermitente en los últimos años. El anterior líder del PP, Antonio Basagoiti, lo convirtió en su argumento principal de campaña durante las pasadas autonómicas, donde llegó a mostrar gráficos en los debates televisivos para apoyar su tesis y los efectos nocivos que tendría la secesión para Euskadi. Los resultados electorales no avalaron su estrategia, ya que el PP se quedó en diez escaños y en una posición no decisiva para condicionar mayorías. Basagoiti dejó el cargo y dio paso a Quiroga. Fuera porque la ciudadanía tenía claro que el PNV no iba a caminar hacia la independencia sino que había prometido un nuevo estatus consensuado, o bien porque ese mensaje inflexible del PP no tuvo mucho predicamento, lo cierto es que su discurso no pareció calar entre el electorado.

La presidenta del partido aseguró que en sus filas tienen que estar preparadas para afrontar otra vez el “envite” que vendrá en 2016, “cuando el PNV tenga que competir con Bildu para ver quién es más nacionalista”. Según expuso, en función de los resultados de las elecciones municipales y forales, “el PNV va a seguir la estela de Cataluña con Bildu”, y el PP debe estar preparado “para superar definitivamente ese eterno debate que divide y fracciona”. A juicio de Quiroga, “la mayoría de los ciudadanos vascos no tienen un problema de sentirse vasco y español”.

acusaciones También se refirió a la ruptura del principio de acuerdo presupuestario en Bizkaia para asegurar que su partido está dispuesto a llegar a acuerdos, pero “no significan sumisión al PNV”. Según dijo, la “obligación” del PP es denunciar cuando cree que “se ha utilizado mal el dinero público”, en referencia a Pinosolo. Además, retomó la polémica de la RGI e ironizó con que Juan María Aburto se está convirtiendo en el consejero de “tengo una carta para usted” porque está enviando miles de misivas para recuperar las ayudas indebidamente concedidas, según dijo.