estocolmo - El Gobierno de centroizquierda sueco reconoció ayer a Palestina como Estado independiente, una decisión esperada y que Estocolmo considera un acto de “responsabilidad” para impulsar el proceso de paz en Oriente Medio.

La declaración adoptada por el Gobierno en minoría entre socialdemócratas y ecologistas pretende igualar a las dos partes en el conflicto, apoyar a las fuerzas moderadas en Palestina y contribuir a aumentar la esperanza en una situación que Estocolmo califica de “crítica”.

Con esta decisión Suecia se convierte en el primer país miembro de la Unión Europea que da ese paso, aunque otros Estados lo hicieron antes de ingresar en la UE.

Suecia aprobó además aumentar la ayuda a la creación de un estado palestino a 1.500 millones de coronas suecas (161 millones de euros) los próximos cinco años, un 50% más que la partida inicial, sin contar la ayuda humanitaria.

En una comparecencia posterior a la reunión del gabinete en la que fue aprobada la declaración, Wallström rechazó que fuera una decisión precipitada y aludió al “estancamiento” de la situación.

esperanza “No es demasiado pronto, el riesgo es más bien que sea demasiado tarde. Tenemos una responsabilidad de enviar una señal de que aún creemos en una solución de dos estados y que el mundo no los ha olvidado. Queremos dar a los jóvenes la esperanza de que un mundo pacífico es posible”, afirmó.

Wallström recordó que 134 países han reconocido a Palestina antes que Suecia y citó además ejemplos de otros “casos especiales” como el de Kosovo.

La titular de Exteriores señaló que hay opiniones distintas en el seno de la Unión sobre el tema, por lo que debe ser cada Estado el que decida, aunque mostró su deseo de “inspirar” a otros con la declaración adoptada por Suecia.

“Esperamos que esto sea recibido de una forma equilibrada y constructiva por Israel. Estamos esperanzados de que nuestras muy buenas relaciones continúen”, dijo Wallström.

Israel ya había presentado una protesta formal ante el embajador sueco en Tel Aviv a principios de este mes, cuando el primer ministro sueco, Stefan Löfven, anunció ya los planes respecto a Palestina al leer la que fue la primera declaración de su Gobierno, tras acceder al cargo.

El ministro israelí de Exteriores, Avigdor Lieberman, se mostró ayer igualmente crítico con una decisión que definió de “desafortunada” y reprochó a Suecia que las políticas de la región son más complicadas que “los muebles de Ikea”.

La Autoridad Nacional Palestina (ANP), por su parte, aplaudió la decisión de Suecia y animó a otros países a dar ese paso y seguir el ejemplo como “única manera de asegurar la paz en la región”. - Efe