barcelona - España celebró ayer su fiesta nacional con el desfile militar de Madrid, pero estuvo claro desde el primer momento que Catalunya sería otro punto caliente de la jornada en pleno proceso soberanista. Varios grupos contrarios a la consulta y la independencia quisieron sumarse a la celebración española y, aunque algunos lo hicieron de forma cívica y totalmente pacífica, como la plataforma Societat Civil Catalana alentada por el PP, otros lo hicieron desde posiciones extremistas y con una actitud abiertamente amenazante. La jornada subió de tono en la marcha convocada por formaciones ultraderechistas en Barcelona, a la que acudieron 200 personas y en la que un grupo de manifestantes quemó banderas independentistas catalanas y se llegó a enaltecer a los ultras que irrumpieron a empujones en la librería Blanquerna de Madrid durante la Diada del pasado año. En concreto, los ultraderechistas se adentraron en la librería para sabotear el acto de la Generalitat catalana, irrumpieron a empujones -se llevaron por delante al diputado de CiU, Josep Sánchez Llibre, en presencia de los senadores jeltzales Iñaki Anasagasti y Jokin Bildarratz-, y lanzaron botes de gases. En la marcha de ayer, fuertemente escoltada por los Mossos d’Esquadra, proclamaron Gloria eterna para los de la Blanquerna, y amenazaron con volver el 9 de noviembre con lemas como Reventaremos la consulta.

La advertencia se tornó más expresa a través de las redes sociales. Tras la marcha de Democracia Nacional y Alianza Nacional, las juventudes de La Falange avisaron en Twitter: “a los separatistas que hemos vuelto a pasar y que el 9N volveremos a pasar. Haya las consecuencias que haya”. “Los separatistas cobardes no han aparecido. Y hemos quemado vuestra basura de trapo en vuestra cara. La estelada arde”, decía otro mensaje.

Bajo la consigna España en marcha, los manifestantes enarbolaron banderas preconstitucionales españolas y exhibieron símbolos fascistas y neonazis. No nos engañan, Catalunya es España fue otro de los lemas coreados por los manifestantes, que desfilaron para besar la bandera española. La marcha concluyó en la montaña de Montjuïc con la quema de enseñas independentistas entre vítores de los asistentes. Según contabilizó Efe, entre los asistentes a la manifestación figuraban algunos de los implicados en el ataque de la Blanquerna. También se exhibieron pancartas de apoyo al grupo de neonazis que la Audiencia de Barcelona ha condenado a 18 años de prisión por intentar asesinar a dos jóvenes a las puertas de un concierto en Manresa. Dos líderes ultraderechistas que participaron en la manifestación del año pasado fueron imputados por incitación al odio y la discriminación racial por afirmar en sus discursos de clausura que estarían dispuestos a “matar por España”.

ataque a societat civil Por otra parte, decenas de miles de personas se concentraron ayer en Barcelona convocadas por Societat Civil Catalana a menos de un mes de la consulta, aunque todo apunta a que finalmente no podrá celebrarse. Con el apoyo de dirigentes del PP, Ciutadans y UPyD, la marcha reunió a 38.000 personas que, pacíficamente, apelaron a la unidad y pidieron diálogo. Su presidente, Josep Ramon Bosch, apostó por que la “división llegue a su final, la amenaza de ruptura cese, el desafío a la legalidad termine y las diferentes propuestas vuelvan a discutirse en el marco de la convivencia”. También pidió apreciar la diversidad “como riqueza y no como problema”. Se calcula que a la marcha acudieron unas 8.000 personas más que a la del pasado año. Un autobus de Societat Civil Catalana recibió una pedrada que rompió el cristal de una ventana cuando circulaba por Lleida, aunque pudo culminar su trayecto y llegar a Barcelona. -DNA