Bilbao - El lehendakari, Iñigo Urkullu, se sumó ayer a las voces que desde el PSE y el PNV reclaman a la izquierda abertzale un reproche más claro y firme al acto de kale borroka que tuvo lugar el pasado sábado en Loiu y que se sustanció en la quema de tres unidades de Bizkaibus en el aparcamiento de esta compañía de transporte público en Zorrotza (Barakaldo). Las pérdidas ocasionadas por el sabotaje se cifraron en unas 900.000 euros.

Para el jefe del Ejecutivo de Gasteiz, EH Bildu “debe ir más allá de decir que estos hechos están fuera de su estrategia, deben condenarlo claramente” y considera que las posibles “disidencias” que surjan en el mundo de la izquierda abertzale “deben resolverlas ellos”, aunque reconoce que “es complicado superar 50 años de fracaso”.

La acción fue posteriormente reivindicada mediante un comunicado enviado a varios medios de comunicación por un grupo anónimo que situó el ataque en el contexto del Gudari Eguna y abogó por modelos de lucha “más severos en el camino hacia la ejecución del derecho de autodeterminación”. La nota también aludía a los huidos y a los presos enfermos de ETA y apostó por hacer frente a los Estados español y francés “a través de la desobediencia y la reivindicación”.

El lehendakari, que calificó esta acción, así como la quema de otros cinco autocares en agosto en Loiu, de “hechos aislados pero gravísimos”, recordó que en el último comunicado de ETA había una apelación a que este tipo de hechos no responden a la estrategia del conjunto del MLNV o donde se inserta la izquierda aber-tzale. “Pero yo creo que es necesaria una respuesta clara y nítida”, zanjó Urkullu en una entrevista con Radio Euskadi.

Preguntado por la quema de los autobuses, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, afirmó ayer que el cese de la actividad violenta de ETA es “absolutamente irreversible”, si bien “todavía está agónica, pero no muerta ni enterrada”. Tras comentar que el suceso lo están investigando tanto la Ertzaintza como las fuerzas de seguridad del Estado, y que ha sido condenado por la izquierda abertzale, Fernández Díaz dejó claro que “la irreversibilidad del proceso de vuelta al terrorismo de ETA es una realidad”.

PONENCIA DE PAZ Tras señalar que el mundo de la izquierda abertzale tiene que resolver “esa disidencia”, el lehendakari insistió en que cree que “no hay vuelta atrás en la amenaza del terrorismo”. En este sentido, Urkullu añadió que “otra cosa es que 50 años de fracaso sean superables en corto espacio de tiempo por alguien que ha hecho de una forma de reivindicación la violencia, incluso legitimándola, porque es muy complicado”.

En esta línea, destacó que todavía se espera de ETA no solo “el desarme total y el reconocimiento del daño injusto causado”, sino también “una mirada crítica al pasado” por parte de quienes han justificado a la banda. “Es lo que se está planteando también en la Ponencia de Paz y Convivencia del Parlamento Vasco, y espero que se reactive tras haber escuchado al portavoz de EH Bildu en el pleno de política general”, subrayó.

A su juicio, “no tiene mucho sentido una ponencia a dos”, con PNV y EH Bildu. Sostiene que este foro parlamentario “sigue vivo, está latente y no tiene actividad”, y reitera que entendió que EH Bildu “se había manifestado en compromiso con el suelo ético” de la pasada legislatura para constituir ese foro, y no comprende que el PSE “se ausentara de la Ponencia, una vez que había participado en su creación”. - DNA