Bilbao - Pili Zabala, hermana de Joxi Zabala, uno de los jóvenes militantes de ETA secuestrados, torturados y asesinados por los GAL en 1983, exigió ayer en Donostia que el Estado español asuma “públicamente” su responsabilidad y reconozca el dolor causado por los atentados de este grupo.

Pili Zabala ofreció su testimonio, junto con el de Gorka Landaburu, periodista al que ETA intentó asesinar, en una rueda de prensa ofrecida por Lokarri para presentar la publicación editada con motivo de su programa Hitzorduak, un ciclo de coloquios que reunió a expertos y personas afectadas por la violencia en Euskadi.

En total fueron 26 coloquios celebrados entre enero y junio de este año, en los que participaron 800 personas que reflexionaron conjuntamente sobre “derechos humanos, civiles y políticos, memoria, verdad, víctimas y reintegración de personas presas”, según explicó la representante de Lokarri, Maialen Lizarralde. La hermana de Joxi Zabala afirmó sentirse “abandonada” por las instituciones durante todos estos años y exigió que también el Estado reconozca el daño causado en los años de actuación de los GAL.

Por su parte, Landaburu señaló que nos encontramos en un momento “crucial” en el que hay que “gestionar el fin de todas las violencias en general” y destacó la importancia de “gestionar la memoria para que se sepa a través de relatos lo que ha pasado en nuestra tierra durante varias décadas”. Además, insistió en la necesidad de que se reconozca “el daño causado”.

En cuanto a su participación en los encuentros, considera que ha sido una experiencia “muy positiva” porque “la gente empieza a salir de la burbuja donde hemos estado, empieza a expresar sus sentimientos y a reconocer sus errores”.

Asimismo, Landaburu recalcó que él espera que ETA algún día le dé “una explicación” de por qué intentó matarle. También insistió en que “tan injustificable y condenable es el terrorismo de Estado, como todos los atentados y amenazas de ETA”. - E.P.