bilbao - Sortu escenificó ayer sus diferencias con Podemos sobre la visión que ambos partidos mantienen ante la violencia ejercida por ETA. El pasado lunes el eurodiputado y líder de la nueva formación Pablo Iglesias reconocía el dolor causado por la organización armada, pero aseguraba que en la violencia de ETA subayacen explicaciones políticas. Ayer fue Sortu, en boca de su portavoz Pernando Barrena, quien aseguró que la izquierda abertzale no comparte las declaraciones efectuadas por Iglesias, “pero la valoramos y la respetamos”.

En una rueda de prensa ofrecida en Donostia, Barrena aseguró que explicar por qué la izquierda aber-tzale y Podemos no comparten una misma visión “daría para varias ruedas de prensa y conferencias”, aunque afirmó que se trata de formaciones políticas muy diferentes que responden a culturas políticas muy diferentes. “Nosotros siempre hemos dicho que el conflicto político, evidentemente es eso, un conflicto de origen político, y que más allá de todas las expresiones de violencia que concurren en el mismo y que evidentemente son urgentes y necesarias de superar, hay un sustrato político que tiene que ser abordado para solucionar definitivamente ese problema”, apuntó.

A juicio del dirigente de Sortu, puede haber coincidencias en el discurso de la izquierda abertzale con Podemos, pero -afirmó- “en esta declaración [la de Pablo Iglesias] y otras que se han oído a líderes de Podemos hay una evidente distancia en la visión desde la que se aborda el tema”. No obstante, Barrena no descartó que en un futuro Sortu y Podemos puedan alcanzar niveles de colaboración y acuerdo, al igual que con cualquier otra formación que “piense que el conflicto político debe abordarse en claves políticas y que necesita soluciones”.

En la rueda de prensa, en la que también tomó parte la abogada Amaia Izko, los dos dirigentes de la izquierda abertzale se refirieron a la situación de los presos, en especial a once reclusos que padecen enfermedades graves e incurables. En este sentido hicieron un llamamiento especial sobre la situación de Ibon Fernández y Ventura Tomé, aquejados ambos de una grave dolencia que exige que sean atendidos fuera del ámbito penitenciario.

Barrena e Izko urgieron a un cambio en la política penitenciaria y denunciaron que la dispersión o la doctrina Parot son “instrumentos de una política antiterrorista que nunca ha sido compatible con los derechos humanos” y que responden “a una situación que nada tiene que ver con la del 2014”.