barcelona - Convergència Democràtica de Catalunya exigió ayer a Josep Antoni Duran i Lleida un compromiso "al cien por cien" con la consulta soberanista que desea celebrar el Govern el 9 de noviembre. Tras la reunión extraordinaria del aparato del partido, la cúpula convergente trató de rebajar la tensión generada argumentando que en la federación nacionalista no "sobra nadie", y evitando amenazarle con retirarle la portavocía en el Congreso.

Según explicaron los dirigentes Josep Rull y Lluís Corominas, se da por cerrado el episodio del anuncio de la reflexión de Duran sobre su continuidad como secretario general de CiU a la espera de que el líder democristiano tome una decisión definitiva. Además, no pusieron pegas a que Duran deje la Secretaría General de CiU, como está meditando, y mantenga su estatus en el Congreso, cargo al que no quiere renunciar. En lo que sí pusieron el énfasis fue en que, sea quien sea el número dos de CiU, deberá ser fiel y estar comprometido tanto con la consulta como con la federación, algo que -dijeron- no dudaban pese a las últimas manifestaciones de Duran y a su intervención en el Congreso. "Estamos en un momento que va más allá de las personas", subrayó Corominas. Remarcó también que tienen un calendario duro por delante y, por ello, no se pueden permitir que "variables que dependen de nosotros generen inseguridad".

El mandatario de CDC recalcó que no fue su formación la que generó la información sobre la reflexión de Duran. Eso sí, solicitó "respeto" hacia los dirigentes de su partido, en alusión a las palabras del líder democristiano en las que menospreció a Rull después de que éste cuestionara que el líder de Unió pudiera dejar la secretaría general de CiU y mantenerse a la vez como portavoz en el Congreso. Rull, por su parte, dio por cerrado el asunto y dijo que las dudas de CDC hacia Duran ya no eran tales, puesto que él mismo ratificó su compromiso con Catalunya. - I. Ugarte