barcelona - "Como dije ayer, creo que la nueva etapa del PSC se debe iniciar con elección directa del nuevo primer secretario por la militancia". Así se limitó a describir Pere Navarro en su cuenta oficial de Twitter la jornada de resaca tras su dimisión como máximo dirigente del socialismo catalán mientras en la sede de la calle Nicaragua reproducen el desfile de candidatos a sucederle que también acontece en Ferraz, y con el PSOE temeroso de que su sucursal en Catalunya emprenda una deriva soberanista. Será este domingo cuando el consejo nacional del PSC debata la elección de una comisión gestora y la convocatoria de un congreso extraordinario, pero lo único cierto es que el proyecto de reforma constitucional en el que llevaban meses trabajando Pérez Rubalcaba, Jáuregui y Navarro, con documentos y borradores en un estadio bastante avanzado, quedará aparcado, quién sabe si enterrado.
De momento han descartado postularse para el cargo primeros espadas del socialismo catalán como Jaume Collboni, candidato del PSC por Barcelona; Josep Félix Ballesteros, primer secretario en Tarragona; el alcalde de Lleida, Àngel Ros; o la regidora del Ayuntamiento de L'Hospitalet, Nuria Marín. Una de las figuras del sector crítico, facción que ha contribuido en el desmoronamiento del plan reformista de Navarro, la diputada Marina Geli, advirtió de que "no será suficiente" con un cambio de caras porque, a su juicio, "hay que reescribir el proyecto". En este contexto, Collboni reconoce que el partido se halla "en una situación muy complicada", al tiempo que Ros demanda que la fotografía futura del PSC sea "lo más amplia posible del catalanismo político" replanteando "muchos de los pasos dados hasta ahora". Varios miembros de la comisión ejecutiva habían cuestionado la estrategia del núcleo duro de la dirección, a la que exigieron cambios en profundidad, señalando el alcaldable por Barcelona que la instantánea con Alicia Sánchez-Camacho, la delegada del Gobierno en Catalunya, Llanos de Luna, y Albert Rivera no le gustó nada y "es precisamente lo que el PSC tiene que superar".
Quien no se ha descartado en esta carrera es el líder de la corriente crítica Avancem, Joan Ignasi Elena, pero no tiene claro "cuál es el papel que tengo que jugar desde el punto de vista personal". "Me gustaría ser el primer secretario del partido, por eso me presenté [en 2011]. Siempre hace ilusión estar en las quinielas, pero el problema que hay ahora en el partido es tan grande que cualquier otra cosa es secundaria", expuso. En este contexto, dos alcaldes con predicamento en la formación aún no se han pronunciado: el de Granollers, Josep Mayoral, y la de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon. El primero de ellos ya le pidió a Navarro un congreso extraordinario tras lo sucedido el 25 de mayo; y su compañera participó en la gestación de la corriente interna En cambio permanente, abogando por que no se expulsara a los tres díscolos de la Cámara catalana.