BARCELONA - Ha tardado veinte días en dar el paso tras la debacle de los socialistas en Catalunya en las elecciones europeas pero ayer Pere Navarro tiró la toalla y anunció su dimisión. El primer secretario del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) cerró un mandato de menos de tres años, el ciclo más efímero al frente de un partido en permanente turbulencia ideológica y orgánica desde hace más de año y medio, cuando el ya dimisionario líder impuso la hoja de ruta que convenía al PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba y rechazó el derecho a decidir con el que había concurrido a las autonómicas de 2012.

Que la única receta de Navarro ante la disyuntiva que atraviesa Catalunya -con la convocatoria de un referéndum soberanista previsto para noviembre- haya sido proponer la reforma federal de la Constitución, no ha hecho más que soliviantar a los sectores más catalanistas del PSC, provocando fuertes convulsiones internas y la fractura del partido.

El mandato de Navarro ha estado marcado por los malos resultados electorales y las luchas internas entre los más favorables a la consulta y los que abogan por una reforma constitucional sin incomodar al PSOE. Esta formación reconoció ayer en un comunicado los servicios prestados por el primer secretario y destacó que siempre ha utilizado el diálogo para resolver el conflicto catalán.

Pero lo que ha provocado el adiós de Navarro es su incapacidad para llegar a consensos internos y un nuevo fracaso electoral -en los últimos comicios europeos el PCC se dejó 22 puntos porcentuales-. Todo ello de cara al Consell Nacional convocado para este sábado y en el que el primer secretario tenía previsto introducir nuevas caras en la ejecutiva e intentar un acercamiento a los sectores críticos. Finalmente, en esa cita se decidirá el modelo de congreso que hará efectivo el relevo de Navarro.

El dirigente socialista explicó ayer, en una comparecencia en Barcelona, que con su marcha quiere contribuir a que se produzcan "cambios profundos" en el partido. Aunque evitó precisar los errores que pueden haber conducido a esta situación - "en toda gestión hay cosas positivas y negativas, errores y aciertos", dijo-, apuntó a los malos resultados de las europeas como una de las principales causas de su decisión. También reprochó a los sectores críticos del PSC que hayan expresado "permanente y públicamente las diferencias de criterio" y que hayan "vulnerado acuerdos tomados de forma democrática después de intensos debates" en la dirección, aunque negó que este haya sido uno de los motivos de su adiós.

Alcalde de Terrassa durante diez años, relevó a José Montilla como líder del PSC en diciembre de 2011. Con su marcha, sigue la estela de Rubalcaba, Patxi López (PSE) y Roberto Jiménez (PSN), que han convocado sendos congresos extraordinarios para dar paso a nuevas direcciones después de que el PSOE haya roto su suelo electoral. A diferencia de ellos, la dimisión de Navarro es ya un hecho y será una gestora o el propio Consell Nacional el que convoque el futuro congreso del PSC.

Las elecciones europeas han tenido un hondo impacto en Catalunya, no solo en el PSC, sito también en CiU. El líder de Unió, Duran i Lleida, ha hecho públicas esta semana sus diferencias con el partido de Artur Mas.