Bilbao - Emocionado hasta el punto de que alguna lágrima afloró a su rostro, Patxi López se dirigió ayer por última vez a los miembros de Comité Nacional del PSE para poner punto final a los doce años en los que ha liderado el partido. En su despedida, donde primó la autocrítica -aunque también ensalzó los logros conseguidos por los socialistas-, hizo un llamamiento a recuperar la calle porque, según señaló, "otros salen a defender todo aquello que construimos los socialistas".

En un extenso discurso hubo hueco para la autocrítica, para lanzar dardos al nacionalismo -en especial al Ejecutivo vasco encabezado por Urkullu-, para emplazar a la regeneración interna del partido e incluso para emocionarse hasta el punto de que por un momento se le quebró la voz y se le escapó alguna que otra lágrima. Fue un trago que Patxi López superó gracias al aplauso que le brindó puesto en pie la mayor parte de los delegados socialistas que se dieron cita en el Palacio Euskalduna de Bilbao. Fue una cita en la que quien ha sido uno de sus mas estrechos colaboradores, Rodolfo Ares, también anunció su despedida.

Tras la debacle socialista en los pasados comicios europeos, un traspié que aseguró que no es puntual sino que ha seguido la pauta marcada en las últimas contiendas electorales, Patxi López aseguró que es inaplazable la regeneración del partido. A su entender, los socialistas han estado años evitando tomar decisiones que, algunos creían traumáticas, cuando "el trauma era seguir haciendo lo mismo de siempre". "Debimos tomar medidas antes, pero ahora ya no nos queda más remedio".

A juicio de López, uno de los primeros retos a los que se deben enfrentar tanto el PSOE como el PSE es recuperar el pulso de la calle. La irrupción de Podemos o de movimientos sociales de protesta han dejado tocada a la militancia socialista tal como reconoció el líder del PSE. "Algo estamos haciendo mal, cuando miles de ciudadanos y ciudadanas salen a la calle indignados por las injusticias del actual modelo; salen a defender, en el fondo, todo aquello que construimos los socialistas y no está el Partido Socialista detrás de esa convocatoria. Algo estamos haciendo mal cuando se paralizan desahucios y no estamos nosotros en primera fila", señaló. A su entender, hay un error "cuando la izquierda gana unas elecciones, en las que el Partido Socialista es el gran derrotado". "Y el problema no es que haya otros que cojan nuestras banderas. El problema es que haya tanta gente que piense que las ondea contra nosotros", apostilló.

Federalismo En su intervención López se refirió asimismo a la reforma constitucional como otra de las asignaturas pendientes de los socialistas. Así, mostró su convicción en que esta reforma constitucional debe adquirir un significado global. "Debe servir sustancialmente para estructurar y dar forma política a un nuevo pacto ciudadano, a un nuevo consenso sobre la convivencia y el futuro de este país, para estructurar y dar forma política a un nuevo pacto ciudadano, a un nuevo consenso sobre la convivencia y el futuro del país", aseguró.

Asimismo, se refirió al problema que en su opinión se trasluce de las propuestas nacionalistas. "Se dice que hay un problema de Catalunya y de Euskadi con España. Pero no es verdad. Seguramente es bueno empezar a llamar a cada cosa por su nombre. Lo que hay es un problema de los nacionalistas catalanes y vascos con las instituciones democráticas comunes y con la ciudadanía propia que no es nacionalista", manifestó. Frente a estas propuestas sobenanistas que parten desde Catalunya y Euskadi, el todavía líder del PSE abogó por el "modelo federal" como base para "construir país entre todos y no unos contra a otros. El modelo federal resuelve problemas y no divide ni enfrenta ciudadanos y ciudadanas por cuestiones identitarias".

En su intervención, López también ensalzó los logros que, a su entender, ha logrado el PSE desde que hace doce años se hiciera cargo de la Secretaría general. En este sentido señaló que han cumplido la promesa realizada en el Congreso en el que fue designado al frente del partido. "Hicimos la promesa de conquistar la libertad y derrotar para siempre al terrorismo. Y hoy, doce años después, podemos decir que lo hemos logrado", señaló.

Tras destacar el periodo en el que los socialistas se hicieron cargo del Gobierno Vasco, "cuando rompimos el tabú de que en Euskadi solo podían gobernar los nacionalistas, y lo hicimos mejor que ellos", y en referencia al actual Ejecutivo de Urkullu, aseguró que tras un año y medio en el que no se enteró de que había una crisis, "fuimos nosotros quienes pusimos sobre la mesa los ejes por los que deben discurrir la política en Euskadi: crecimiento económico, sostenimiento del servicio público, reordenación del entramado institucional y nueva fiscalidad". "Y aun así, no están siendo capaces de llevarlo a la práctica", zanjó.