Gasteiz - "En el Congreso de Euskadi, fui crítico con Patxi López en el análisis y me respondió que por qué no le había dicho eso en el Comité Nacional y le contesté que yo no estaba en el Comité Nacional y que no podía habérselo dicho". La anécdota que relata Ruiz de Eguilaz le sirve para ejemplificar el discurso que defiende de apertura de su partido, a la militancia en primer término, y a la ciudadanía después.

Ha pasado un año desde el último Congreso del PSE alavés, ¿qué han hecho durante este tiempo? ¿Por qué toman ahora la decisión de salir otra vez públicamente?

-Hicimos asambleas locales después del Congreso, algunos encuentros, participamos en alguna asamblea para preparar la Conferencia Política de Madrid... Hicimos alguna reunión después, en la que concluimos que había sido una oportunidad perdida, que habíamos pospuesto otra vez las decisiones. Nosotros decidimos seguir luchando, pero cuando llegaron las europeas, que podríamos haber opinado sobre las listas -en la que solo Javi López fue elegido por primarias-, decidimos que si salíamos a los medios nos iban a achacar la posible derrota electoral. Pensamos que después venían las primarias de septiembre y ahí teníamos pensado volver a salir, pero el domingo cambió todo porque ninguna encuesta daba un resultado tan desastroso.

¿Han hecho algún análisis sobre la irrupción de Podemos o los buenísimos resultados de EH Bildu en Araba?

-Hasta ahora existía todavía el voto útil al socialismo contra la derecha, contra el PP. Pero nuestro entorno nos lo va diciendo, los amigos que no quieren saber nada del Partido Socialista y se van a Podemos, Bildu que en los barrios jóvenes está llevándose mucho voto incluso de gente no independentista, pero que quieren algo diferente, a la izquierda y que pelee. Porque la juventud quiere rebeldía.

El domingo cambiaron las cosas pero la hoja de ruta del PSOE va cambiando desde el lunes: ahora gana posibilidades un Congreso abierto a la militancia...

-Nosotros nos reunimos el lunes para preparar el documento que hemos dado a conocer y no hemos cambiado ni una coma. Los que han cambiado son los que no están siendo valientes en el partido, se sienten arrinconados, han puesto una muralla que se les ha resquebrajado y ahora ponen otra un poco más lejos, pero no es lo que el partido necesita. Los que están reculando son los que no han sido valientes y ahora tienen que dar un paso atrás por la avalancha de peticiones y críticas.

En ese sentido, ¿el paso de Eduardo Madina ha sido un espaldarazo para sus tesis? ¿Qué les parece como aspirante?

-No queremos asociarnos con ningún nombre, porque no hemos hecho un análisis y porque si defiendes un militante un voto uno puede votar a Madina, otro a Chacón y otro a Pedro Sánchez. A título personal, para que a mí Madina me llegara a ilusionar debería dar pasos valientes, demostrar que va a arriesgar. Ayer [por el miércoles] dio un paso.

Lo que sí parece es que ha cortocircuitado algo la hoja de ruta que había perfilado Rubalcaba el lunes...

-Sí, a Patxi López parece que le pilló también con el pie cambiado.

Rubalcaba ha derivado a la necesidad de un cambio estatutario previo la decisión de celebrar ese Congreso abierto a la militancia. ¿Les preocupa que sea una manera de obstaculizarlo?

-Si volvemos a hacer un Congreso de delegados, no vamos a levantar cabeza. Se aprobaron unos reglamentos en la Conferencia por unos delegados elegidos por las direcciones regionales. Nosotros ni siquiera estuvimos allí. Ahora están decidiendo entre los secretarios generales qué hacer. Y tampoco tenemos voz.

Hablan de "dimisiones en diferido", no parece que se crean mucho los pasos que acaban de dar Rubalcaba, López o Txarli Prieto.

-Realmente eso no es una dimisión. Convocan un congreso extraordinario y no se presentan a la reelección, pero hasta entonces siguen y organizan el congreso. Y en los provinciales no se sabe ni cuándo, se dice ahora que lo dejarían para después de las municipales, de aquí a un año, no te digo nada lo que puede pasar en un año... Eso no es dimitir, es presentarse a unas elecciones con la misma dirección.

En el caso del PSE alavés, tras estos tres años, ¿es posible recuperar la unidad del partido?

-Para que eso suceda debe existir una dirección por la labor de ello, seguramente podamos encontrarnos en muchas más cosas que las que nos diferencian. Juan Carlos Alonso, cuando se presentó, se comprometió a respetar en la Ejecutiva los porcentajes del Congreso. Por ahí se debería empezar.

Expresaba en la rueda de prensa que, en su opinión, quizá Idoia Mendia no es la persona adecuada para personalizar una renovación en el PSE, pero ¿hay banquillo en el PSE?

-Yo creo que sí. El PSE tiene gente en los tres territorios, no sólo los que estamos acostumbrados a ver. Y lo que tenemos que conseguir es que más gente se acerque. En las reuniones que hemos hecho, gente más mayor decía que los futuros líderes han de ser personas que no conozcamos todavía. Yo comparto eso.

Han hecho un llamamiento a la militancia en Bizkaia y Gipuzkoa, ¿han tenido contactos?

-Hay gente que te dice que hace falta un cambio, pero no termina nadie de dar ese paso. Aquí hubo gente que lo hizo, que se arriesgó, que fue valiente y que aglutinó a más gente. Pero a veces dar ese paso supone moverse de la foto. Nosotros en el Congreso de Euskadi percibimos algunas agrupaciones que iban en nuestra línea, pero no ha habido todavía un movimiento perceptible.

Patxi López ha dado a entender que renuncia a la carrera por la Secretaría General del PSOE...

-Sí, eso para mí sí que ha sido algo de sorpresa, porque se ha movido por muchas agrupaciones, en estas elecciones también, parecía que estaba preparando el salto. Pero los resultados han sido muy malos y después de anunciar el congreso extraordinario, parecía bastante difícil dar ese paso. Todavía tenemos que ver qué pasa, porque el escenario es muy cambiante.