madrid - Dos mujeres nonagenarias comparecieron ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu y la jueza argentina María Servini, para narrar las represiones a las que fueron sometidos miembros de sus familias durante el franquismo. Al término de la comparecencia producida en el marco del proceso por la querella contra los crímenes del franquismo, las dos aseguraron que el de ayer fue un día feliz tras ser escuchadas al fin por un juez. El abogado argentino que lleva la querella, Carlos Slepoy, cree que con esta declaración las víctimas se acercan "cada vez más al momento del fin de la impunidad en España".
Faustina Romeral, de 90 años, y Teresa Álvarez, de 93, han sido las primeras víctimas del franquismo que han declarado en la Audiencia Nacional de Madrid, aunque por exhorto dentro del proceso que la jueza argentina lleva en su país en virtud al principio de justicia universal. Lo hicieron ayer ante Andreu y Servini y a petición de esta última, que investiga una querella por crímenes en la dictadura y ha culminado en Madrid un recorrido por varios juzgados del Estado, entre ellos de Euskadi, en el que ha interrogado a víctimas que, por su edad, no pueden desplazarse a Argentina a prestar declaración.
Tras comparecer ante los dos jueces y ante el fiscal argentino Ramiro González, Teresa Álvarez, cuyo padre, abuelo y dos hermanos fueron represaliados, lamentó a preguntas de los periodistas que "los culpables" de lo que le sucedió a su familia no podrán ser juzgados "porque han muerto todos", y lo único que espera con el procedimiento "es la reparación".
Para esta víctima del franquismo la máxima satisfacción es contar lo que le ha pasado a ella y a su familia. "Eso me alegra mucho, no tengo memoria, pero eso lo tengo grabado. Estoy muy contenta", subrayó tras comparecer ante Andreu y Servini.
El abogado que lleva la querella, Carlos Slepoy, explicó a los medios que con esta declaración las víctimas se acercan "cada vez más al momento del fin de la impunidad en España", un país donde "las víctimas permanecen aún en las cunetas y en las fosas y no hay posibilidad de reparación".
Servini se encuentra en el Estado desde el 18 de mayo, cuando comenzó una visita que le ha llevado a tomar declaración a víctimas en Euskadi y Andalucía. La magistrada investiga desde hace cuatro años, a raíz de una querella presentada en su país, crímenes cometidos en la dictadura.
Servini pidió a las autoridades españolas la extradición a Argentina por torturas del exinspector de Policía Juan Antonio González Pacheco, Billy el Niño, y del ex guardia civil Jesús Muñecas Aguilar, pero la Audiencia Nacional rechazó su entrega al considerar los delitos prescritos. - Efe