bILBAO - EH Bildu llevaba varios días centrando sus dardos electorales en el PNV, y los jeltzales optaron ayer por subir el tono para decir basta y, sobre todo, para zanjar la polémica sobre la privatización o no de Kutxabank. Desde que el presidente de la entidad, Mario Fernández, adelantara que las cajas vascas deben reducir su porcentaje en el accionariado de Kutxabank por la normativa europea, y que el banco debe dar entrada a nuevos socios aunque preservando su arraigo en Euskadi y buscando nuevas vías para garantizar la obra social, la coalición abertzale ha desplegado una intensa campaña para a acusar al partido de Andoni Ortuzar de poner en solfa esa obra social y de buscar la privatización. El jeltzale aprovechó un mitin celebrado ayer en Bergara para dar la vuelta a la tortilla y asegurar que es Bildu "quien se quiere cargar Kutxabank". Para argumentar su postura, aseguró que, cuando la Diputación de Gipuzkoa comandada por Martin Garitano necesitó financiación el año pasado, llamó a la puerta de otros bancos y no de Kutxabank para lograr 130 millones de euros. "Negoció 130 millones con los bancos. De esos 130 millones de euros, ni uno solo con Kutxa. ¿Quién se quiere cargar Kutxabank? ¿Así quieren garantizar el futuro de Kutxabank? ¿Así quieren garantizar la obra social? Prefieren Bankia a Kutxabank", lanzó.

El jeltzale se expresó en esa clave en un acto en Bergara en compañía de la candidata del PNV al Europarlamento, Izaskun Bilbao, y del portavoz de CiU en el Parlament de Catalunya, Jordi Turull. Ortuzar se mostró molesto con la coalición abertzale, que también ha acusado al PNV de ser el responsable político de la multa europea por los retrasos en la recuperación de las vacaciones fiscales, y que ha pedido a los jeltzales que devuelvan ellos el dinero y no las diputaciones, porque suya sería la responsabilidad de haber aplicado una política fiscal temeraria que favorecería a determinadas empresas, en lugar de destinar esos fondos a políticas públicas. Ayer mismo, acusó al PNV de haber respaldado la política de dispersión de los presos en el pasado.

La andanada provocó que Ortuzar también subiera el tono para asegurar que "Bildu ha convertido la mentira en la base de su proyecto político". La acusó de mentir y poner en riesgo Kutxabank, y de mentir también con las vacaciones fiscales, las basuras y "eso del Partido del Negocio Vasco". "Yo nunca he metido la mano en la caja. Nunca he extorsionado a nadie. Nunca, como partido, hemos obligado a la gente a hacer donaciones voluntarias si no querían que sus negocios, tiendas o empresas fueran boicoteadas. Y nunca hemos dado cobertura a nadie que lo hiciera. A ver si todo esto lo puede repetir algún dirigente de la izquierda abertzale. ¡No lo pueden decir! El mal llamado impuesto revolucionario ha sido una lacra, ha empobrecido este país", sentenció.

Izaskun Bilbao, por su parte, opinó que el debate a dos entre Arias Cañete y Valenciano sin otros partidos se debe al "miedo a una alternativa de verdad", y contrapuso la Europa "mecánica y sin alma" a la concebida por el lehendakari Aguirre.

Turull animó a votar y ganar las próximas elecciones porque, a su juicio, hay más esperanza en una Europa "mejorable que en un Estado español que da pasos en la dirección contraria cada día". En este sentido, añadió su anhelo de tener voz propia en Europa porque la Unión "ofrece esperanza frente a un Estado español que solo ofrece resignación".

En relación a esta cuestión, Ortuzar señaló que a los catalanes y a los vascos no se les va a "echar de Europa porque son Europa y nadie en ella va a prescindir de dos motores como Euskadi y Catalunya". "¿Cómo va a echar Europa a millones de escoceses, vascos o catalanes que somos europeos y que queremos seguir siendo europeos?", se preguntó.