BARCELONA - Artur Mas desvistió ayer la festividad de Sant Jordi de cualquier vestigio político para apelar al civismo y la diversidad de la ciudadanía catalana, aunque horas antes, con motivo de la inauguración del canal de televisión de El Punt Avui, aprovechó para trasladar a Mariano Rajoy que el referendo soberanista saldrá adelante porque se encargará personalmente de "no ponérselo fácil a España para que se lo pueda cargar (...) tanto la ley de consultas como el acto de convocatoria de la consulta del 9 de noviembre". "Aunque lo pongamos muy difícil, lo pueden llegar a hacer, pero no será por cuestiones legales, será por cuestiones estrictamente políticas", ilustró el líder de CiU, que incidió en sus argumentos para defender la validez legal de la consulta. "Yo quiero que quede muy claro, tanto en España como en Catalunya, como en Europa, como en el mundo, que si no se puede hacer, a diferencia de lo que pasará en Escocia el 18 de septiembre, es porque no hay voluntad política", consideró Mas.

"Si mantenemos mucha capacidad de resistencia y voluntad, no sabemos ni cuándo ni cómo, pero acabaremos saliendo adelante", enfatizó el jefe del Govern, que volvió a ofrecer un diálogo "sin condiciones" a Rajoy, quien le había pedido "imaginación" y desterrar el referendo. Sin embargo, Mas tildó de "trampa" todas las apelaciones procedentes de Madrid porque implican una renuncia a la consulta a la que no está dispuesto, y admitió que ya se ha puesto en contacto con personas cercanas al entorno del líder del PP para tratar de reunirse. "Si el problema es la fecha y la pregunta de la consulta, lo que tenemos que hacer es sentarnos y hablar", indicó Mas.

Curiosamente, ambos participarán hoy en un acto en Barcelona, aunque evitarán coincidir, puesto que en el momento que Rajoy llegue, Mas ya habrá intervenido y abandonado el Palacio de Congresos de la Fira, donde se celebrará el foro. Para colmo, la Generalitat está molesta por la visita ayer de Soraya Sáenz de Santamaría a Catalunya, sin querer reunirse con Mas o representantes del Ejecutivo catalán, postura que el eurodiputado de CiU y candidato a la reelección, Ramón Tremosa, tachó de "colonial".

En este contexto, el dirigente de UDC, Duran i Lleida, advirtió de que el problema del encaje en el Estado español no es por una supuesta falta de imaginación, sino por la cerrazón al diálogo de Rajoy. "Catalunya es un país mediterráneo y, desde este punto de vista, es muy imaginativo; el problema es que no hay interlocutor", valoró el democristiano, que reclamó al presidente español "tomarse los cafés que sean y durante el tiempo que sea necesario" hasta cerrar un acuerdo "que no puede ser el status quo o el ir marcha atrás".