madrid - El falso cura que el pasado octubre entró en el domicilio de Luis Bárcenas y retuvo a la mujer y el hijo del extesorero del PP simuló ayer un trastorno mental durante la primera sesión del juicio que se celebra contra él en la Audiencia de Madrid, por lo que fue expulsado de la sala. La sesión comenzó con la declaración de Enrique O.G., quien afirmó: "Me declaro culpable con reparos". "No me acuerdo mucho de las cosas. Mi mente está en nebulosa. Vengo con la cabeza alta y el corazón limpio", aseguró el procesado.

Después de pedir agua para tomar una pastilla, el acusado se llevó las manos a la cabeza, pidió que le condenaran y agregó: "Estas voces no me dejan en paz. No quiero oírlas más. Salgan de mi cabeza. Estas voces no me dejan. Déjenme en paz por favor. No quiero escuchar más voces". La sesión se suspendió para que le examinara el médico forense, quien después relató que el estado del procesado no se corresponde con ninguna enfermedad, por lo que se trató de "una simulación clínica".

El juicio continuó con la comparecencia de la esposa de Bárcenas, Rosalía Iglesias, quien relató lo ocurrido el 23 de octubre, cuando llamó al telefonillo un hombre vestido de sacerdote que les encañonó con una pistola y les ató las manos hasta que el hijo del extesorero se soltó y le redujo. - Efe