vitoria - Mariano Rajoy echó mano del triunfalismo y de la autocomplacencia en el discurso inaugural de su segundo Debate sobre el estado de la Nación como presidente. Con referencias constantes a la herencia recibida, el jefe de Gobierno pintó en una intervención leída de 50 folios un panorama demasiado optimista para la cruda realidad que soporta la ciudadanía, tras dos años de duros recortes en lo social y en lo económico, además de las amenazas constantes de cercenar derechos y libertades. Vamos, como si hubiéramos salido ya de la crisis. Y sin jirones.
En una intervención cuajada de cifras macroeconómicas, se sacó de la manga dos propuestas estrella: anunció que los contribuyentes que ganen menos de 12.000 euros anuales no pagarán por el IRPF, lo que puede suponer un ahorro de unos 675 euros anuales y una rebaja de este impuesto para unos doce millones de personas. Rajoy anunció también que se mejorarán las deducciones fiscales para las familias al elevarse los mínimos personales por hijos y por ascendiente.
promesas preelectorales Así mismo, aseguró que desde hoy mismo se aplicará una tarifa plana de 100 euros de cotizaciones a la Seguridad Social por contingencias comunes para las nuevas contrataciones fijas indefinidas durante los dos primeros años. Esta rebaja, que se aprobará en el Consejo de Ministros del próximo viernes, implica que si una empresa no mantuviera el contrato del trabajador durante los tres años siguientes a la contratación inicial, deberá reintegrar todos los beneficios aplicados.
Consciente de que estamos ya en plena precampaña electoral para las europeas del 25 de mayo, y con las encuestas cada vez más en su contra, el líder del PP dedicó aproximadamente una hora de su intervención, más de dos tercios, a cuestiones económicas. Con un discurso articulado en torno a los éxitos de la política económica y en lo que aún queda por hacer, Rajoy anunció también cambios normativos para fomentar la financiación, mejorar la liquidez empresarial y fortalecer la financiación no bancaria para pymes. Ante una bancada popular entregada, que le aplaudió en una treintena de ocasiones, Rajoy dejó claro que las políticas de su Ejecutivo "van en la buena dirección" e incluso aseguró que se revisarán al alza las previsiones de crecimiento del PIB, que alcanzará el 1% este año y el 1,5 % en 2015, en la línea de las previsiones que ayer mismo publicó la Comisión Europea.
Entre otras medidas avanzadas, antes del verano se aprobará una Estrategia de Activación para el Empleo para los próximos dos años, en abril se pondrá en marcha el Portal Único de Empleo, y se contratará a mil jóvenes licenciados de grado superior de formación profesional para realizar tareas de investigación y desarrollo.
También habrá leyes de fomento de la financiación con más garantías para las empresas, así como una nueva ley del régimen jurídico de las Administraciones Públicas, y se aprobará el Plan Estratégico de Internacionalización de la Economía Española 2014-2015,
Rajoy, quien pese a la mejora económica aseguró que huye de "triunfalismos", como le reprocharon constantemente desde la oposición, atribuyó el mérito de la salida de la crisis a los españoles y aseguró que no descansará hasta que el paro comience a disminuir con fuerza.
no hay problemas Por el resto de temas candentes pasó de puntillas. Mínimas referencias a la Educación y la Sanidad, sólo circunstanciales. Ni una palabra para el galopante aumento de la desigualdad y el aumento de los niveles de pobreza. Ni de aliento a los grupos sociales más desfavorecidos.
Tampoco abordó la polémica entorno a la reforma de la ley del aborto y las fuertes tensiones que en el seno del PP ha generado la retrógrada reforma de Gallardón. Tampoco aludió al reciente gesto desarme de ETA anunciado la semana pasada o al papel que ha tenido la llamada Comisión Internacional de Verificación (CIV). Desde el principio, el presidente se empeñó en dibujar un escenario "idílico" de futuro que por la tarde todos los portavoces de la oposición intentaron desmontar.
catalunya e inmigración El único asunto de gran calado político que abordó durante su intervención fue Catalunya. En este sentido advirtió que garantizará la unidad de España y "peleará" por los catalanes y mostró el camino para las aspiraciones de autodeterminación: dialogar e intentar modificar la Constitución.
Además de Catalunya, las medidas frente a la corrupción y la búsqueda de soluciones a la inmigración ilegal fueron los otros ejes en los que, al margen de la economía, Rajoy centró su discurso.
En el ámbito de la lucha contra la corrupción y con un plan de regeneración democrática recién aprobado por el Consejo de Ministros, apostó por una respuesta "clara y contundente" a los corruptos con medidas de transparencia, pero también con mayores castigos penales para esos delitos. Aseguró que el objetivo es "cerrar espacios a la impunidad", mejorar la prevención de la corrupción y "agilizar los procedimientos de detección y sanción".
Sin citar el caso Bárcenas ni ningún otro en concreto, ha apelado al consenso en la lucha contra la corrupción, que explicó que no ataca más a un partido más que a otro, sino que "ataca a la propia democracia" socavando su credibilidad y "destruyendo la confianza".
"De los casos de corrupción que tenemos noticia hoy se están ocupando los tribunales. El Gobierno y este Parlamento, con reformas y medidas, trabajarán en la prevención y el castigo de los que se produzcan mañana", añadió.
Mariano Rajoy también mencionó los recientes "acontecimientos" en Ceuta y Melilla, pero sólo para reprochar a la Unión Europea que no haya sido aún capaz de resolver los problemas generados por los flujos migratorios.
En 21 ocasiones habló de "crecimiento", frente a las 10 veces de "crisis", cuatro "recesión" y otras cuatro "rescate".
Excesivamente arrollador. Expertos en comunicación gestual destacaban ayer que "la marca personal de Rajoy está muy debilitada. Es el presidente de la democracia con la peor valoración de la historia por tanto, eso juega en su contra. Tal vez por ello su actitud y su velocidad y argumentación inicial fueron un tanto desmedidas, en extremo arrolladoras para la situación en la que vive el país y para los problemas que sacuden el partido que él gobierna".
Treinta veces aplaudido. Los diputados del PP dedicaron a su líder treintena de aplausos durante el discurso de hora y media y las palmas arreciaron sobre todo cuando defendió la unidad de España frente al planteamiento soberanista que impulsan CiU y ERC en Cataluña.
7.30
La primera jornada del Debate sobre el estado de la Nación concluyó cerca de las diez de la noche tras siete horas y media de duelos entre Rajoy y los portavoces de los principales grupos de la oposición. Hoy se reanudará la sesión a las nueve y será el turno del portavoz del PNV, Aitor Esteban, así como de los representantes del Grupo Mixto (Amaiur, ERC, BNG, CC-NC, Compromís, Foro, UPN y Geroa Bai), para acabar con el Grupo Popular.
Los grupos parlamentarios procederán hoy a registrar sus propuestas de resolución, quince por cada uno de ellos, que se votarán mañana jueves, tercera y última jornada del debate.