Bilbao. La justicia no ve elementos suficientes para seguir investigando la muerte del dirigente de HB Santi Brouard a manos de los GAL. Según ha podido saber DEIA, el juzgado de instrucción número 1 de Bilbao ha sobreseído el caso por segunda vez y de forma definitiva al no ver materia para imputar al ex director general de Seguridad del Estado Julián Sancristóbal. Lo ha hecho a pesar de que la familia, representada por el abogado Txema Montero, había pedido reabrir el caso tras el primer sobreseimiento, tomar declaración a más testigos y practicar más pruebas. Ya ascienden a tres los juicios que se han celebrado sobre el caso, pero no se han alumbrado avances en este tercer intento. En juicios anteriores solo se logró condenar a uno de los autores materiales, Rafael López Ocaña, y tampoco se aclaró quién fue el cerebro de la operación, aunque varios testimonios han apuntado a Sancristóbal. La investigación ha terminado en el cajón, aunque podría retomarse en la Audiencia Nacional, ya que el excomisario José Amedo ha amagado con acudir a ese tribunal al entender que Brouard fue víctima de un acto terrorista.
Además de a Juan José Rodríguez, acusado de suministrar las armas, la justicia condenó en su momento a López Ocaña como coautor del atentado, pero este confesaría más tarde en Telecinco que Luis Morcillo fue su compañero en el asesinato y que este, a su vez, le desveló que el ex teniente coronel de la Guardia Civil Rafael Masa le entregó tres millones de pesetas. Sin embargo, Morcillo y Masa ya habían sido juzgados y absueltos, de modo que no podrían volver a responder ante la justicia por los mismos actos y esas revelaciones no serían relevantes desde el punto de vista procesal. No obstante, López Ocaña también apuntó que el dinero de Masa procedía de Sancristóbal, el único que no había sido juzgado por ese atentado y que, por tanto, podría verse en apuros. Su nombre regresó al primer plano en diciembre de 2012, cuando el excomisario José Amedo, también absuelto, reactivó al caso al llevar al juzgado bilbaino una grabación en la que Morcillo reconocía haber disparado a Brouard en su consulta de pediatría el 20 de noviembre de 1984, y en la que aseguraría que Sancristóbal "fue el que organizó el tomate".
contradicciones Poco después, Morcillo volvía a reconocer su responsabilidad en los hechos en una entrevista con El Mundo, pero en esa ocasión no incriminaba directamente a Sancristóbal. Solo pudo relatar que Masa le dijo que, si no cometían el asesinato, su jefe lo echaría, y que ese jefe sería "seguramente" Sancristóbal. El juzgado bilbaino decidió citarlo a declarar, y en esa ocasión también apuntó a Sancristóbal de manera indirecta, matizando que quien le aseguró que estaba implicado fue Masa. Esos matices y otras contradicciones del interrogatorio, sumadas a la declaración del propio Masa, que negó su implicación y la de Sancristóbal, condenaron el caso al archivo. Era la palabra de Morcillo contra la de Masa. La familia pidió un careo entre ambos al entender que, cuando menos, uno de los dos habría mentido en sede judicial, pero el juzgado no aceptó la petición. La juez decretó el sobreseimiento y no dio mayor validez a las grabaciones de Amedo, ya que tenía la impresión de que dirigió la conversación para que Morcillo apuntara a toda costa a Sancristóbal.
La familia, que también había pedido tomar declaración a López Ocaña y a un funcionario de prisiones que pudo haber sido testigo de un encuentro entre Morcillo y Masa, anunció su intención de recurrir. No obstante, el juzgado cree que no hay materia para continuar y ha decidido decretar nuevamente el sobreseimiento. Entiende que no hay pruebas para apuntar a Sancristóbal, que ya fue imputado en los años noventa aunque su procesamiento sería revocado por las contradicciones en las declaraciones que lo inculpaban.