Bilbao. Joseba Elosua, el dueño del bar Faisán de Irun donde se produjo el "chivatazo" a ETA para alertarla de una operación contra su red de extorsión, falleció el pasado sábado en Donostia a causa de su "delicado estado de salud", según informaba ayer Naiz. El digital del diario Gara explicaba que este "militante vasco", de 78 años, padecía desde hace años "un delicado estado de salud", lo que motivó su excarcelación tras haber sido detenido en 2006 en la operación conocida como caso Faisán.
La Audiencia Nacional condenó el pasado octubre al exjefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamiés y al inspector jefe José María Ballesteros a un año y medio de prisión y cuatro años de inhabilitación por revelación de secretos por este "chivatazo" a ETA a través de Joseba Elosua, que frustró en 2006 una operación policial contra la red de extorsión de la banda.
El 4 de mayo de 2006, una persona entró en el bar Faisán de Irun -según los jueces, el inspector Ballesteros- y le entregó un teléfono móvil a Elosua. Al otro lado de la línea, y según la sentencia, Pamiés advirtió a Elosua de una inminente operación policial contra el aparato de extorsión de ETA, en la que supuestamente estaba integrado el propietario del bar Faisán.