BILBAO. El paseíllo de la infanta Cristina se adelanta un mes después de que el juez instructor del caso Nóos, José Castro, decidiera ayer fijar su fecha de declaración como imputada para el próximo sábado 8 de febrero, a las 10.00 horas de la mañana. Tras comunicar la defensa de la hija del rey Juan Carlos que ésta no presentará recurso, al igual que hará la Abogacía del Estado, el magistrado se encuentra solo pendiente de la postura que adopte la Fiscalía aunque maneja información de que tampoco lo hará. El letrado de la esposa del duque de Palma, Miquel Roca, explicó que su defendida desea ofrecer "cuanto antes" su versión de los hechos porque "ha considerado que tenía que hacerlo para aclarar una situación en la que está absolutamente convencida de su inocencia". No obstante, el juez precisa en su pronunciamiento que la comparecencia de Cristina "no es voluntaria", porque responde a la citación inicialmente señalada para el 8 de marzo.
Roca argumentó que la idea de no presentar recurso partió de la propia infanta, que se halla ya de regreso a Suiza, tras haberse reunido la semana pasada con sus abogados tanto en Madrid, en la propia Zarzuela, como en Barcelona, aunque volverá próximamente a la ciudad condal para preparar su declaración y hará "todo lo posible" para que la prensa no se entere de ello, precisó entre sonrisas el letrado. Admitió igualmente que, pese a que el juez Castro se ha desplazado varias veces a la capital catalana para interrogar a testigos e imputados en la trama, no ve "motivo" para que la declaración de Cristina de Borbón sea en los juzgados catalanes, aunque "en cualquier caso su señoría será quien decidirá".
Roca añadió que la infanta confía en que, una vez haya prestado declaración en calidad de imputada por presunto delito de blanqueo de capitales y fraude fiscal, "habrá quedado todo muy definitivamente aclarado". Reiteró que la hija del monarca español no está satisfecha con esta situación, pero que ha decidido declarar para evitar así posibles "efectos colaterales" como la dilación en el procedimiento, alargando una situación que entiende como "injusta".
en sábado, por seguridad La imagen de esa jornada, principalmente mediática, sería la de presenciar a la mujer de Iñaki Urdangarin -como ya hizo éste- descender la cuesta de los juzgados de Palma de Mallorca, aunque para Roca captar la instantánea es algo "absolutamente anecdótico". Lo importante, a su juicio, es su "absoluta y firme discrepancia con los argumentos fácticos y jurídico-penales sobre cuya base se ha decidido su citación". La infanta Cristina declarará en sábado por motivos de seguridad. El edificio de los juzgados en fin de semana reduce su actividad a las labores de guardia y solo permite el acceso por una puerta trasera, a la que se llega bajando la famosa rampa. Como ya pasó con la declaración de Urdangarin, sí que se podría conceder a la infanta el privilegio de bajarla en su coche por cuestiones de seguridad. El duque de Palma lo obtuvo y, llegada la hora, se bajó del vehículo, descendió la rampa a pie y declaró a los medios que venía a mostrar al juez su inocencia. La infanta, por boca de sus abogados, sostiene que ella actuó confiada, por amor, y que su proceder se ajustó a Derecho.
reacciones políticas En todo este contexto, el dirigente de Izquierda Plural, Gaspar Llamazares, afirmó ayer que sería "contraproducente" para la imagen de la justicia y de la propia imputada que la Casa Real tratara de impedir una declaración "natural y normal" de la infanta en los juzgados de Palma. Según su prisma, la "resistencia" de la segunda hija del monarca a la "normalidad" es lo que precisamente le ha llevado a que ahora tenga que comparecer "a rastras" por haber sucumbido a una estrategia "catastrófica", y a que su imputación sea vista como una "acusación". "Buscar evitar el paseíllo o la llamada pena de banquillo aumentaría esa imagen de culpabilidad" en torno a Cristina, describió Llamazares, quien tachó de "error garrafal" que se haya usado el Palacio de la Zarzuela de "Estado Mayor de la defensa" de esposa de Urdangarin, "confundiendo" así la familia y la institución y "deteriorando", por ende, la imagen de la Casa Real.
Es más, a su juicio, "la gravísima irresponsabilidad" del Gobierno de Mariano Rajoy, y de la Fiscalía y de la Abogacía General del Estado por actuar como abogados "defensores", debe conducir a que "rueden cabezas" entre quienes han puesto en una situación de "vergüenza" nacional a las instituciones del Estado. Por otro lado, a vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, señaló que la renuncia de la infanta a recurrir es "una buena decisión".
recurre el socio de urdangarin Paralelamente, el exsocio de Urdangarin al frente del Instituto Nóos, Diego Torres, ha recurrido la decisión del juez de no citar a declarar a la noble alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, amiga íntima del rey Juan Carlos, así como nuevamente al duque de Palma, una petición que Torres cursó por primera vez el pasado mes de julio y que el magistrado desestimó en octubre y de nuevo la pasada semana. Respecto a Corinna, Torres entregó al juez varios correos electrónicos en los que figura el nombre de la noble y en los que Nóos agradece su participación en la primera edición del Valencia Summit, evento investigado por un supuesto desvío de fondos públicos.
La infanta Cristina ya se encuentra en Suiza tras haberse reunido con sus abogados en la Zarzuela. Foto: afp