el ayer fallecido ex primer ministro israelí Ariel Sharon desarrolló a lo largo de su extensa carrera un importante papel como estratega militar y demostró una audacia sin igual para la actividad política que, sin embargo, no fue suficiente para alejarle de la polémica. Fallecido a los 85 años en el hospital Tel Hashomer de Tel Aviv, en el que estaba ingresado desde que sufriera en 2006 un masivo derrame cerebral, la vida de Sharon estuvo fuertemente marcada por el servicio a su país y por los incontables escándalos que generó desde que fuera un oficial del Ejército.

Nacido en la cooperativa agrícola de Kfar Malal el 21 de febrero de 1928, en su juventud combatió en la organización paramilitar israelí Haganá y en 1948 participó en la primera guerra árabe-israelí. Como joven oficial del Ejército dirigió las acciones de represalia contra los fedayin que hostigaban a Israel desde los estados árabes vecinos, llegando a ocupar el cargo de comandante en jefe de la Brigada Paracaidista.

Licenciado en Derecho por la universidades de Jerusalén y de Tel Aviv, durante la Guerra de los Seis Días de 1967 dirigió un cuerpo de Ejército demostrando ya entonces sus dotes como estratega militar y también una problemática personalidad para ceñirse a las órdenes de sus superiores. A pesar de ello, cuando se encontraba ya en la reserva, fue convocado de nuevo a filas durante la guerra del Yom Kipur de 1973, en la que, desobedeciendo una vez más las órdenes del Estado Mayor, dirigió a sus tropas hasta las puertas de El Cairo.

Su éxito en frenar al Ejército egipcio mediante una estrategia de contraataque por la retaguardia le valió el reconocimiento como militar en Israel. Tras dejar por segunda vez el uniforme, inició su carrera política al frente de una formación llamada Shlomtzión, desde la que saltaría más tarde al Likud, que él mismo había ayudado a crear antes de la guerra y en la que consiguió reunir a la derecha nacionalista por primera vez.

Con la subida al poder de Menajem Beguin en 1977, Sharon es nombrado ministro de Agricultura, cargo desde el que impulsó la colonización judía de Cisjordania y Gaza. Un año después Beguin le designó titular de Defensa. En 1982 mientras estaba al frente de ese departamento, protagonizó uno de los capítulos más oscuros de su historia al impulsar la Operación Paz para Galilea, que desembocó en la prolongada Guerra de Líbano. Durante esa contienda, una comisión pública israelí le responsabilizó de permitir la matanz, a manos de las milicias cristianas libanesas, de al menos 700 refugiados palestinos en los campos de Sabra y Shatila, que el Ejército israelí tenía bajo vigilancia. Este sangriento episodio le forzó a dimitir de su cargo.

Tras la victoria electoral de Benjamín Netanyahu, en mayo de 1996, Sharon fue nombrado ministro de Infraestructuras. Dos años después fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores y, tras la derrota electoral del Likud en 1999, asumió el liderazgo del partido por primera vez.