El año acaba con el silencio del Ejecutivo español ante el comunicado de los presos
Rajoy delega la respuesta en el PP que mantiene a ETA la exigencia de disolución
Javier Núñez
bilbao. El año 2013 echa el cierre sin que desde el Gobierno español se haya producido una respuesta al comunicado emitido el pasado sábado por el Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) en el que se reconocía el daño causado y se aceptaban los cauces legales para solucionar el problema de forma "individual, escalonada y en un tiempo prudencial". En la línea que ha mantenido Rajoy desde que llegó a la Moncloa, el presidente español ha preferido optar por el silencio, una cerrazón a la que en esta ocasión se han sumado todos los miembros de su Ejecutivo. El Gobierno adoptada la callada por respuesta y deja que sea el PP quien ponga voz a la estrategia a seguir en esta cuestión.
Ayer les tocó el turno al portavoz adjunto de los populares en el Congreso, Rafael Hernando, y al secretario general de esta formación en la CAV, Iñaki Oyarzábal. El discurso de ambos, como no podía ser de otro modo, resultó concordante. Lo único que espera el PP es la disolución incondicional de ETA y mientras tanto esta no se produzca se seguirá aplicando la misma política penitenciaria que, a juicio de los populares, ha sido la que ha motivado el cambio de posiciones en el seno de los presos de ETA.
En manifestaciones efectuadas en la Cámara Baja, Hernando aseguró que el comunicado emitido por el EPPK no altera para nada la actuación ni los planteamientos del Gobierno porque el PP sigue pensando que "lo único que hay que esperar de la banda es su disolución, que entregue la armas, que pidan perdón a la sociedad por el mal causado y que contribuyan a esclarecer los crímenes que aún están pendientes". A su juicio el anuncio de los presos solo corresponde a una "estrategia interna de la banda y a sus problemas internos".
En este asunto el PP de la CAV mantiene las mismas posiciones que Génova. El secretario general de los populares vascos Iñaki Oyarzábal insistió en que la decisión de los presos de aceptar los cauces legales no hace sino validar la política penitenciaria llevada a cabo por el Gobierno español.
En declaraciones a la Cadena Ser, Oyarzábal el objetivo debe seguir siendo el mismo: la disolución de ETA. A su juicio, este paso está en manos de la organización armada, que debe ser la que se tiene que mover y no el Ejecutivo español. "Ahora no tenemos que estar pensando en qué tenemos que hacer nosotros porque los presos digan que están dispuestos a asumir la legislación penitenciaria en el camino de la reinserción. No es el Gobierno el que se tiene que mover, son ellos", manifestó.
Además, para Iñaki Oyarzábal, no se debería dar ningún paso hasta que no se comprueba la sinceridad de la declaración de intenciones formulada en el comunicado del EPPK. "Hay que ver si es un paso sincero o vuelve a ser una táctica más, un paso más dentro de una estrategia determinada. Tenemos que ver si están realmente dispuestos a recorrer ese camino de reinserción, un camino que tiene condiciones", señaló. Unas condiciones que Oyarzábal no llegó a especificar, pero que aseguró que deben servir para determinar fehacientemente que "los presos se desmarcan y descuelgan de la banda". Asimismo, quiso dejar claro que la sociedad no debe dar "las gracias" a los presos por el paso que están dispuestos a acometer. "No tenemos que agradecer nada a quienes hasta ahora han demostrado que solo tratan de entorpecer el Estado de Derecho y dinamitar nuestras instituciones. No nada que agradecer porque en tres folios haya dos frases que suenen bien", apostilló.