vitoria. "Reconocimos desde el primer día que 2013 y 2014 serían dos años duros. Soy consciente de las dificultades (...). Me van a permitir decir que estamos mejor que hace un año. Tenemos más confianza, los indicadores externos alientan la esperanza. La entente institucional y política nos ayuda y, por supuesto, la capacidad de resistencia demostrada por la sociedad vasca". El lehendakari, Iñigo Urkullu, resumió así lo que ha sido este 2013, un año en el calendario pero también el primer año de su gobierno, que se cumple en un momento dulce, coincidiendo ayer con la aprobación de sus primeros Presupuestos, gracias a un acuerdo a dos bandas con socialistas y populares que pone el colofón a toda una serie de ententes políticas y económicas fraguadas fundamentalmente del verano hasta ahora y que ayer Urkullu puso en valor como auténtico pilar de "un nuevo tiempo". "Vivimos un nuevo tiempo -dijo ante los representantes de la sociedad vasca reunidos ayer en su recepción navideña- y el concepto clave para acertar es acordar".
Retoma así Lehendakaritza este tradicional acto navideño tras el parón del año pasado. La recepción arrancó con dos significativas proyecciones sobre las paredes del atrio de la sede de la Presidencia del Gobierno Vasco. Una mirando hacia lo que ha sido 2013, un mar en plena tormenta - "hemos sido capaces de superar la tormenta en el peor año de la crisis"-, y otra en la que la marca Basque Country apareció impresa en las camisetas de la tripulación de una trainera y en las manos de vascos que protagonizaban fotografías en lugares emblemáticos de todo el mundo.
Una manera metafórica quizá de ensalzar ese empeño en el acuerdo como impulso imprescindible sobre el que asentar un mensaje de esperanza para el futuro, porque ayer no fue día para la crítica ni para mirar al pasado. "Les transmito que en 2014 vamos a remar con mayor confianza, vamos a crecer. Juntos podemos sacar este país adelante, lo peor de la crisis ha quedado atrás (...). Vivimos un tiempo de transformación y el propósito del Gobierno se resume en tres palabras: diálogo, negociación y acuerdo", declaró.
el papel del acuerdo Si un concepto fue el leit motiv del discurso de Urkullu ayer fue ése. "Este ha sido el año del trabajo por los acuerdos", sentenció el lehendakari para repasar "el acuerdo interno del Gobierno", "el acuerdo institucional" con las diputaciones y Eudel -también pactos con el Gobierno español y con comunidades vecinas- y "el acuerdo político", que no dudó en agradecer al resto de actores de la escena política vasca: "La envergadura de los retos que afrontamos demanda tejer acuerdos (...), quiero subrayar la voluntad política por el acuerdo, la responsabilidad política que hemos encontrado".
Un telón de fondo para uno de los debates inminentes que abordará tras el parón navideño la política vasca: el debate sobre un nuevo estatus político que va a lanzar el PNV en el Legislativo autonómico y que va a echar a andar con la referencia efervescente de Catalunya de la que el lehendakari, desde el respeto, intenta diferenciarse. "Mostramos nuestra consideración al Parlamento como foro que abra la oportunidad a un futuro político debatido entre todas las representaciones políticas y, ojalá, acordado esta legislatura", confió Urkullu: "Este es el camino elegido: máximo acuerdo institucional, refrendo social y respeto a lo decidido por la sociedad vasca".
tareas para 2014 Mirando a iniciativas concretas que el Ejecutivo vasco pondrá en marcha en 2014, el lehendakari reiteró su confianza en hacer buenas las previsiones que apuntan a crecimientos de la economía y avanzó la puesta en marcha del Plan 4I de reactivación -industria, inversión, innovación e internacionalización- y del plan RIS3, "la especialización inteligente". También reiteró el compromiso de su Gobierno con la puesta en marcha del Instituto de Memoria y Convivencia, al tiempo que insistió en su deseo de avanzar en este ámbito: "La paz es un sueño que podemos hacer realidad, la felicidad es la oportunidad de la convivencia que nunca hemos disfrutado".