vitoria. En el toma y daca que mantienen Mariano Rajoy y Artur Mas a cuenta de la convocatoria de una consulta en Catalunya, el primero no descartó ayer recibir al presidente de la Generalitat. Eso sí, insistió en que él ya ha fijado públicamente su posición y que no está dispuesto a negociar una consulta. "Yo ya he fijado mi posición. ¿Una reunión para qué? No sé de qué vamos a hablar", manifestó el propio Rajoy en una conversación informal con periodistas durante un acto en el Palacio de La Moncloa con motivo de las fiestas navideñas.

Preguntado por si piensa recibir a Artur Mas, respondió lacónico: "Ya veré", dejando así la puerta abierta a ese encuentro. El presidente de la Generalitat anunció el pasado lunes que solicitará reunirse con Rajoy para intentar llegar a un acuerdo sobre la celebración de la consulta, aunque indicó que no lo hará públicamente. Sin embargo, fuentes del Ejecutivo reconocieron que prefieren que ese encuentro se celebre con "luz y taquígrafos", dado que, según recuerdan, el pasado verano ya mantuvieron un encuentro privado que la Generalitat acabó filtrando.

Además, desde Moncloa subrayan que el presidente de la Generalitat, en vez de realizar este anuncio en TV3, debería dirigirse primero al Ejecutivo y después "concretar" qué objetivo persigue. Como ya hizo de forma pública el pasado jueves, el presidente del Ejecutivo del PP insistió ayer en que el Congreso no puede autorizar un referéndum de autodeterminación porque va en contra de la propia Constitución. Preguntado por si no le da vértigo que se llegue en este asunto hasta el final, con una declaración unilateral de independencia, Rajoy contestó a los periodistas: "A ver a quién le da más vértigo".

Mientras, el Govern catalán sigue su propio recorrido y así prevé firmar el decreto de convocatoria de la consulta de autodeterminación "entre el 15 y el 30 de septiembre", informó ayer el consejero de Presidencia, Francesc Homs. En la rueda de prensa posterior al Consell Executiu, dijo confiar en que el diálogo con el Estado español posibilite la consulta, aunque abogó por que los contactos entre Artur Mas y Mariano Rajoy sean "de forma reservada", para facilitar así la consecución de un acuerdo.

Homs realizó en varias ocasiones un emplazamiento a Rajoy a dialogar, y aseguró que el derecho a decidir no es algo que pida un grupo de políticos catalanes, sino que responde a una "mayoría muy importante en Cataluña" que hace un año se manifestó en las elecciones autonómicas, posibilitando que en el Parlamento haya una mayoría de diputados a favor de la autodeterminación. "Decir no a poder votar es insostenible en el tiempo por parte de un demócrata", valoró Homs, que expresó su convencimiento de que al final va a haber un diálogo con el Gobierno y con Rajoy. "Estoy convencido de que Rajoy es demócrata. Le pedimos que actúe en consecuencia y coherencia", destacó el portavoz, que pidió al Estado no confundir el derecho a decidir con la independencia.

Inconvenientes Uno de los partidos que apoyan la consulta, la CUP, pidió ayer que la pregunta acordada sea "reformulada" para corregir "las lagunas" que tiene y que podrían provocar, indicó, "un conflicto en la interpretación de los resultados". Según señaló el diputado de la CUP Quim Arrufat, su organización "da por válida de momento" la pregunta pactada que contiene dos apartados, pero una vez analizada en profundidad, la ve "muy críticamente" porque comporta "inconvenientes graves". Explicó que "si no hay unas mayorías abrumadoras en favor del a las dos preguntas, podemos tener el problema que en la segunda el a la independencia no cuente con el suficiente porcentaje de votantes" aunque haya ganado.

El portavoz del Govern catalán, Francesc Homs, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell Executiu. Foto: Efe