BRUSELAS. Una parte de un Estado miembro que alcanzase la independencia pasaría a ser un "tercer país" con respecto a la Unión Europea (UE) y dejaría de pertenecer a ella, indicó ayer el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, en respuesta a una pregunta parlamentaria sobre Catalunya. "Si una parte del territorio de un Estado miembro dejase de ser parte de ese Estado para convertirse en un nuevo Estado independiente, los Tratados ya no serían aplicables en dicho territorio", dijo Barroso en respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por el eurodiputado de CiU Ramon Tremosa, en la que pedía claridad sobre la posición de la CE en el asunto.

Barroso aseguró que "un nuevo Estado independiente, por el hecho de alcanzar la independencia, pasaría a convertirse en un tercer país con respecto a la UE y los Tratados dejarían de ser aplicables en su territorio". El político portugués recordó que, tal y como ya sostuvo la Comisión en respuesta a una pregunta anterior sobre secesiones en el seno de la Unión y ciudadanía europea, el papel del Ejecutivo comunitario "no consiste en posicionarse sobre cuestiones de organización interna relacionadas con las disposiciones constitucionales de un Estado miembro en particular". "Hipótesis como la separación de una parte de un Estado miembro o la creación de un nuevo Estado no tendrían un carácter neutro respecto a los Tratados de la UE", subrayó.

Agregó que la CE daría su opinión sobre las consecuencias legales "con arreglo a la legislación de la UE en caso de que un Estado miembro lo solicitara detallando un escenario concreto". Barroso también afirmó que, como ya dijo la Comisión en respuesta a otras dos preguntas parlamentarias sobre la posibilidad de que un territorio independizado de un Estado miembro pertenezca a la UE, la Unión "se basa en los Tratados, aplicables únicamente a los Estados miembros que los han aprobado y ratificado". Al mismo tiempo, señaló que de conformidad con el artículo 49 del Tratado de la UE cualquier Estado europeo que respete los principios establecidos en el artículo 2 del mismo podrá solicitar el ingreso como miembro de la UE. Tremosa argumentó en su pregunta, dirigida a la Comisión el 27 de septiembre, que varios comisarios europeos y el portavoz del Parlamento Europeo habían dado "versiones contradictorias" sobre procesos de posible secesión de territorio europeo y la creación de nuevos Estados.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, describió el sombrío panorama en que, a su juicio, quedaría Catalunya, "fuera de las instituciones internacionales como la ONU, la OTAN y la Unión Europea", y aunque evitó afirmar abiertamente si España vetaría el ingreso de Escocia en la UE y la OTAN, constató que los movimientos independentistas "van en contra de la corriente de la historia". "Una Catalunya independiente no formaría parte del sistema de Naciones Unidas, de ninguna de las organizaciones que forman parte de ese sistema", argumentó.

Por su parte, el consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, reiteró que la presencia de Catalunya en la OTAN o en la UE será finalmente "una cuestión evidente de voluntad política". Según Homs, Barroso se limitó a afirmar que la CE daría su opinión sobre las consecuencias legales en caso de que un Estado miembro le detalle un escenario concreto.

"Si una parte de un Estado miembro se independiza, no le serían aplicables los Tratados"

josé manuel durao barroso

Presidente de la Comisión Europea

"La presencia en esas instituciones sería una cuestión evidente

de voluntad política"

francesc homs

Portavoz del Govern