teherán. La negociación de seis grandes potencias con Irán sobre el programa nuclear del país árabe llegaba ayer a un punto muerto, al parecer por la negativa de la comunidad internacional a aprobar ciertas condiciones del régimen. La ola de optimismo, que había invadido el entorno de las negociaciones con la llegada de los responsables de la diplomacia de EEUU, Francia Reino Unido y Rusia, se fue debilitando a medida que se hacía evidente la dificultad de acortar las diferencias en un lapso tan breve.

Fuentes diplomáticas señalaron que fue Francia la que mostró la posición más dura, por considerar que el contenido del acuerdo no iba suficientemente lejos como para eliminar los riesgos de las actividades nucleares de Irán. Las conversaciones iban dirigidas a cerrar vías a la obtención de material fisible, ya sea por enriquecimiento de plutonio o por vías alternativas.

Surgieron problemas respecto un reactor en concreto, el de Arak, cuya puesta en funcionamiento, prevista para el año que viene, resultó polémica debido a que es de los llamados de agua pesada, que hace más fácil la producción de plutonio a nivel militar.

Así, al fin de las conversaciones, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohamed Javad Zarif, dijo que "hay pocas posibilidades" de que pudiera firmar ayer un acuerdo para rebajar las inquietudes que causa su programa nuclear en la comunidad internacional.

Zarif indicó que las negociaciones podrían reanudarse de aquí a dos semanas.

Las declaraciones de Zarif se produjeron tras una reunión con la alta representante de Política Exterior de la Unión Europea y coordinadora de las potencias del Grupo 5+1, Catherine Ashton, y el secretario de Estado de EEUU, John Kerry.

Después de ese encuentro, Ashton empezó un examen "en detalle de lo que se necesita hacer para llevar adelante las negociaciones nucleares con Irán", señaló su portavoz, Michael Mann. "Quedan sin resolver muchas cuestiones", señaló la parte iraní, un comentario en el que coincidieron a lo largo del día los ministros de Exteriores de Francia y Reino Unido, en breves declaraciones a la prensa.

"buenos progresos" El ministro de Exteriores británico, William Hague, había declarado minutos antes que hay "buenos progresos", pero igualmente recalcó que aún hay "asuntos por resolver".

"Todo el mundo en estas negociaciones es consciente de la importancia del momento y de la oportunidad que se ha abierto al mundo", precisó a la prensa.

Hague aclaró que "todavía no hay acuerdo", aunque adelantó que "se está trabajando sobre los progresos ya conseguidos".

Según el responsable de la diplomacia británica, el acuerdo que salga de estas negociaciones tiene que servir para dar "confianza" a la comunidad internacional, aportar la "transparencia necesaria", además de ser muy "detallado", dada la complejidad del programa nuclear iraní. Fuentes que acompañan al ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, indicaron igualmente que había cuestiones que seguían "obstaculizando" la conclusión de un acuerdo.

Las negociaciones sobre el programa nuclear iraní entre las potencias del G 5+1 (China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia, más Alemania) y Teherán estaban ayer en su tercer día y se han ido haciendo más difíciles según avanzaba la revisión de los detalles del documento de bases del acuerdo.

Esta ronda de reuniones entre los países del G 5+1 estaba previsto que durara dos días, pero se decidió prolongarlo ante la clara posibilidad de alcanzar un acuerdo para frenar el avance del programa nuclear iraní.