La trayectoria de Mari Mar Blanco al frente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo sumó ayer un nuevo contratiempo con la ruptura de las relaciones que mantenía con la asociación Voces Contra el Terrorismo. Esta agrupación, dirigida por José Alcaraz, acusó ayer a la exaforada vasca de "servir en bandeja el buen nombre de la Fundación a los intereses del Gobierno de Rajoy, que ha traicionado a las víctimas". En opinión del controvertido expresidente de la AVT, "por encima de los colores políticos está la memoria, dignidad y justicia de las víctimas del terrorismo", pero en lugar de prevalecer esta máxima en el trabajo de la Fundación, Alcaraz considera que Blanco "se ha limitado a favorecer un lavado de imagen ante las concesiones de Rajoy a la banda terrorista ETA como la excarcelación de Bolinaga o el esperpéntico caso de la doctrina Parot". Precisamente por el primero de estos dos episodios, un grupo de víctima demandó hace cuatro meses la dimisón de Blanco después de que la presidenta de la Fundación deseara la muerte del miembro de la banda armada excarcelado a causa de su deteriorado estado de salud.
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