Washington. El Gobierno de EEUU ha optado por escudarse en que todos los países espían ante la crisis de confianza manifestada por sus aliados, especialmente en Europa, que consideran que las prácticas de la Agencia de Seguridad Nacional sobrepasan los límites de lo permisible. En este 2013 "ya no existe la privacidad". Si la canciller alemana, Angela Merkel, o el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, "piensan que son inmunes a la disponibilidad masiva de información personal y privada están profundamente equivocados", argumentó Steffen Schmidt, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Estatal de Iowa. Marc Fisher, columnista del The Washington Post, parafraseó al estadista británico del siglo XlX Lord Palmerston para recordar que "los países no tienen amigos, tienen intereses", al sostener que espiar a naciones extranjeras aliadas "no viola las prácticas habituales de las relaciones internacionales".
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