londres. El Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI) está investigando a 20 militares por su responsabilidad en la muerte de 14 manifestantes desarmados que fueron tiroteados en el conocido como Domingo Sangriento durante una marcha por los derechos civiles en la ciudad norirlandesa de Derry en 1972. Según informaba ayer The Sunday Times citando fuentes cercanas a la Policía, 20 militares retirados podrían ser detenidos y acusados de asesinato o intento de asesinato por esta matanza. "Es posible que algunos de los soldados sean procesados", explicó la fuente, que indicó que la acción es "inminente".

Hasta ahora ninguno de los militares implicados ha sido interrogado o cuestionado oficialmente por su actuación ni tampoco se conocen sus identidades con el objeto de preservar su seguridad. "Ha comenzado el trabajo previo de lo que será una investigación larga y compleja. La Policía pedirá el apoyo público de testigos que hayan proporcionado pruebas a la Comisión Saville y declaren ahora ante los detectives para que la investigación sea lo mas completa y eficaz posible", explicó un portavoz del PSNI, según recoge la televisión irlandesa RTE.

La comisión de investigación encabezada por el exjuez del Tribunal Supremo Mark Saville determinó en 2010 que no había justificación para que los militares abrieran fuego contra los manifestantes desarmados, lo que propició que el primer ministro británico, David Cameron, pidiera formalmente disculpas por estas muertes.

Los testimonios obtenidos por la comisión Saville, incluidos los de los propios militares implicados, no podrán ser utilizados en la nueva investigación, ya que esta era la condición fijada por la propia comisión.