Vitoria. Si Iñigo Urkullu ejerció de intermediario entre la izquierda abertzale y el Gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero para tratar de abonar el proceso de paz, su sucesor en el EBB, Andoni Ortuzar, se ofreció ayer como intermediario entre ETA y el Gobierno de Rajoy para propiciar avances dos años después del cese definitivo de la violencia. En el marco del ochenta aniversario de la apertura del batzoki de Asparrena, el jeltzale opinó que el país necesita que Madrid y la organización armada hablen y digan que se va a producir el desarme, que se va a reconocer el daño causado y a reparar a las víctimas, y que se va a producir el acercamiento de los presos a Euskadi respetando sus derechos y aplicando una política penitenciaria más humana. Sin embargo, lamentó que "han pasado dos años, y nada de esto ha ocurrido". "Seguimos sin noticias de ETA ni de Madrid. Ellos no hablan", reprochó. Por ello, aseguró que, si no quieren hablar entre ellos, el PNV está dispuesto, "como siempre, a hablar con todos ellos, a acordar y a hacer de puente si es preciso".

No es la primera vez que el presidente del EBB presenta una iniciativa para romper el bloqueo en el proceso de paz. Hace unos meses ya propuso que el desarme se produjera ante las instituciones vascas. Ayer se ofreció a hacer de puente en el diálogo. Sin embargo, se mostró muy severo con la izquierda aber-tzale, a quien recriminó que haya traído "dolor, sufrimiento, desgracia y desgarro" a la sociedad. Por ello, le pidió que "diga claramente lo que tiene que decir: que la barbarie de ETA no tuvo ningún sentido, que todo el daño causado ha sido baldío y que la violencia nunca es el camino". Aun así, sí quiso tender la mano a EH Bildu para que se sume al pacto fiscal de PNV, PSE y PP. "Todavía hay tiempo para que se sumen a esta construcción nacional en paz y en democracia para Euskadi", emplazó, aunque la coalición ya ha dejado claro que no se sumará a un acuerdo "regresivo". >dNA