Nairobi. Israel está cooperando en labores de asesoramiento con las autoridades de Kenia en relación al ataque al centro comercial de Nairobi, pero sus fuerzas no están implicadas en la operación para rescatar a los rehenes, señalaron fuentes militares. Los asesores israelíes cooperarían con las fuerzas kenianas en la estrategia de negociación con los atacantes y en la planificación del asalto para intentar reducir a los secuestradores, de acuerdo a estos analistas.

La ministra de Sanidad israelí, Yael German, confirmó ayer que había recibido una petición de ayuda médica por parte de las autoridades kenianas, aunque no precisó si Israel la iba a facilitar.

Ha sido la única voz oficial israelí que se ha pronunciado sobre el asunto de la cooperación con Kenia desde que comenzó el ataque al centro comercial de Nairobi. Ayer, en una entrevista telefónica con la edición digital del diario Yediot Aharonot, el número dos de la embajada israelí en Kenia, Yaki López, rechazó en dos ocasiones detallar el papel civil o de seguridad de su país en el asalto al centro comercial, donde han muerto al menos 62 personas. "No nos pronunciamos sobre ese tema", subrayó antes de señalar con vaguedad: "Nos encontramos aquí, comprobamos cómo se puede ayudar, estamos en el terreno".

López agregó que "la amenaza del terrorismo también afecta" a Israel y "por eso tratamos de seguir de cerca estos temas y ver dónde podemos involucrarnos y ayudar".

Kenia e Israel mantienen una estrecha cooperación en materia de seguridad e inteligencia desde hace varios años.

Según los cables revelados por Wikileaks, en marzo de 2007 el director general del Ministerio de Exteriores de Kenia, Tom Amolo, le dijo a un diplomático de EEUU que Israel era "un socio geo-estratégico clave" y un "adecuado contrapeso para aquellos estados en nuestra región que no comparten nuestros valores".

Los ataques terroristas de Al Qaeda en la Embajada de EE.UU. en Nairobi en 1997 supusieron un toque de atención para la inteligencia israelí en relación con la amenaza terrorista en África.

Posteriormente, en 2002 los ataques contra turistas israelíes en Mombasa y el intento de alcanzar con un misil un avión de la compañía aérea israelí Arkia, encendieron todas las alarmas.

Kenia es un buen cliente de la industria militar de Israel, que le vende considerables cantidades de armamento y sobre todo asesora militarmente al país africano.

Cientos de soldados kenianos han recibido en los últimos años entrenamiento en la lucha contra el terrorismo en Israel o en Kenia por parte de instructores israelíes, apuntaba ayer el diario Haaretz.

Fuerzas israelíes han participado en diferentes operaciones en el exterior, conocidas o encubiertas, relacionadas con secuestros de israelíes o con situaciones o personas a las que Israel consideraba una amenaza para su seguridad.