En las barras de los batzokis ya no se debate de política como antaño. Como mucho, se desliza algún comentario entre sorbo y bocado. Y los que han llegado esta semana a oídos de Adolfo de Andrés, encargado del batzoki de Indautxu, asumen el acuerdo entre PNV y PSE como un paso necesario. "Lo que todo el mundo comenta es que es un pacto de estabilidad y que es lo que hay. Hay que buscar una forma de gobernar y si hay que pactar con el PSOE, pues se pacta. No he encontrado mayor resistencia", resume.

Aunque Adolfo admite que "te puede gustar más un compañero de viaje que otro", él también da por bueno el pacto "si es para que el país vaya adelante". De hecho, se muestra abierto a aliarse con quien haga falta, siempre que sean "gente de fiar y los socialistas -dice- no son de los peores". Preguntado sobre la posibilidad de una unión entre abertzales, lanza el balón al tejado de los políticos. "Ellos son los que tienen que tomar la decisión. Si hablan con otros y no llegan a acuerdos, pactan con quien se pueda. Los socialistas también tienen una tradición política. Si llegan a un acuerdo es porque hay entendimiento e intenciones de entenderse y con otros parece ser que no hay manera", comenta.

También Francisco Ruiz de Loizaga, un simpatizante del PNV de ronda con unos amigos, tiene claro que "hay que llegar a acuerdos como sea para favorecer al país". "Hay que luchar por el bien de todos. ¿Ahora hay que bajarse los pantalones con unos que no han sido agradables para nosotros últimamente? Pues bueno, que así sea. Está por encima de todo el bien general, sin duda", sostiene.

Sin ánimo de provocar una escisión en la cuadrilla, se pregunta por otros posibles aliados. "Yo habría preferido que el acuerdo hubiese sido con Bildu, entre vascos. Así habrían tenido mayoría absoluta. Ahora, si es, además de con Bildu, con el PSOE y con el PP, si son todos, mejor, por supuesto", defiende Francisco. Pero uno de sus colegas no opina lo mismo. "Con Bildu nada y con el PP menos, porque no hay más que ver lo que nos está mandando ahora el hijo de la gran vía ese, el señor Rajoy. Soy pensionista, tengo 82 años y ahora que me quiera quitar el dinero a mordiscos... ¿Pero qué es esto?", censura. El tercero de la cuadrilla, porque el cuarto es "apolítico", muestra su apoyo incondicional al pacto. "Si pueden arreglar las cosas e ir mejorando todo esto, me parece excelente, estupendo".

Apostado en la barra del batzoki, Miguel Ángel González reconoce que "esto de la política a veces no hay quien lo entienda" y asegura que los ciudadanos tienen otras preocupaciones, como "el bolsillo, el paro o las pensiones". "La gente está esperando cosas positivas. Hay que salir del agujero como sea y si el acuerdo es para bien, pues ahí está", señala. En época de vacas gordas la unión entre PNV y PSE, dice, "sería más problemática" porque "hace unos años ellos se aliaron en el Gobierno con el PP y ahora resulta que nosotros pactamos. Ya sabemos cómo son los políticos, porque aquí tontos no somos. Lo que pasa es que quizás no le das tanta importancia como se le podría dar hace unos años", reconoce.

"Ilusión" entre los socialistas Iván da cuenta del ambiente que se percibe en la Casa del Pueblo de Santutxu. "La gente está ilusionada porque cree que era un acuerdo necesario para la ciudadanía. Estaba un poco paralizado todo y la gente necesitaba que se viese un horizonte, hacia dónde íbamos y qué medidas se iban a tomar", se hace eco este afiliado del PSE. Convencido de que "ambos partidos han puesto de su parte para llegar a un buen acuerdo", cree que las bases agradecen que "aparquen sus diferencias y el enfrentamiento que tenían en pos del beneficio de la ciudadanía. En este sentido, la gente ha hecho borrón y cuenta nueva".

Aunque para Iván "es bueno volver a entenderse entre diferentes", Teresa, otra afiliada socialista, muestra sus reticencias. "Quizá para el futuro no sea mala cosa. Si es por el bien, adelante, no vamos a estar siempre pensando en lo que ha pasado o pueda pasar, pero a mí personalmente pactar con el PNV no me hace mucha gracia", confiesa y añade que el PP tampoco es santo de su devoción.

Hace años, dice Miguel Ángel, a punto de apurar su vino blanco en el batzoki, la noticia del pacto con el PSE "hubiese sido la comidilla". Pero esta semana los jubilados, como José Luis, se palpaban el bolsillo. "Con tal de que las pensiones no bajen, nos dan igual los pactos".

Miguel Ángel González (PNV).

Para Miguel Ángel González, simpatizante del PNV, la demoledora crisis ha urgido a los políticos vascos a aparcar sus diferencias. "En estos tiempos en que vivimos a veces hay que llegar a acuerdos, aunque sean puntuales, por el bien de todos", asume apoyado en la barra del batzoki de Indautxu. No son tiempos, insiste Miguel Ángel, para las discrepancias, sino para arrimar el hombro. "Estamos más preocupados por sacar algo positivo que de los líos entre políticos. No estamos como para echar piedras o poner pegas". Foto: Oskar Martínez

Ramón Gómez (PSE).

Ramón Gómez, afiliado del PSE, cree que el acuerdo suscrito con el PNV "es beneficioso para el pueblo, que es lo que hace falta". No obstante, muestra un pequeño recelo. "Siempre tengo miedo a estos pactos con el PNV porque cuando el PSE gobernó con él, que es cuando mejor se ha llevado este país, luego llegaron las elecciones y todo el mérito fue para el que tenía la mayoría. Los dos lo hicieron muy bien, pero se lo llevó todo el PNV y el PSOE cayó otra vez", recuerda desde la Agrupación socialista de Sestao. Pese a todo, reitera, "me parece bien el pacto, cuantos más mejor". Foto: Pablo Viñas