madrid. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, apeló ayer a la "amistad" que debe prevalecer entre España y el Reino Unido, pero aseguró que Gibraltar "es, ha sido y será una prioridad nacional" y calificó el último conflicto abierto con el Peñón de "incendio importante". García-Margallo compareció ante la Comisión de Exteriores del Congreso para informar sobre el conflicto con el Reino Unido a raíz de las últimas acciones desarrolladas por las autoridades de Gibraltar y los controles que España realiza en la verja. El jefe de la diplomacia española, que hizo un repaso histórico por este contencioso que dura ya 300 años, explicó que la ruptura del acuerdo de pesca por parte de Gibraltar, el lanzamiento de 70 bloques de hormigón en aguas españolas y la "expansión territorial a costa de España" con la construcción de espigones hizo que este verano "la chispa se convirtiera en un incendio importante".
Tras afirmar que además Gibraltar tiene un modelo económico "basado en la desregulación, la opacidad y la baja tributación" y hacer referencia a otros problemas como el blanqueo, el contrabando y la evasión fiscal, García-Margallo se refirió a la "amistad" que debe prevalecer entre España y el Reino Unido. "Una amistad que sólo será posible si apelamos al diálogo pero defendiendo con firmeza y claridad nuestros intereses. El Reino Unido lo hace y espero que España también lo haga", añadió.
Aunque apuntó que es obvio que la soberanía subyace en todas estas "discusiones" y que "habrá que abordarlo", subrayó que "probablemente no sea el momento" y que cuando llegue requerirá "conversaciones a nivel de confidencialidad" y no "con luz y taquígrafos".
El jefe de la diplomacia española dijo que no se tomará "ninguna decisión" en materia de soberanía "si no es previa deliberación y acuerdo" con el Tribunal de La Haya, el de Derechos del Mar y un tribunal formado ad hoc para ello.
García-Margallo justificó la postura de España al endurecer los controles argumentando que Gibraltar ha ido actuando con una política de "hechos consumados" y, avisó, "como es frecuente en las relaciones humanas, los hechos consumados tienden a hacer doctrina". Para él "lo peligroso es no hacer nada, el peligro no es la acción, sino la inacción".
Así, afirmó que los distinos Gobiernos del Peñón han aprovechado "cada ocasión para ganar cuotas de estatus de país soberano" y consolidar, además, "un modelo basado en los criterios de opacidad, libre comercio y baja tributación" que, según dijo, "perjudica a los intereses de los españoles". En este punto aprovechó para criticar la "política de concesiones" de los Gobiernos del PSOE: "No sirvieron ni para seducir a la población de Gibraltar, ni para ganar terreno en los foros internacionales".