"En Madrid molesta más la independencia de Euskadi que la existencia de la violencia"

Usted ha discutido mucho sobre el derecho a la autodeterminación.

Sigo manteniendo la misma idea en este punto, no ha cambiado nada respecto a la idea de la autodeterminación de los pueblos, ya sea en Euskadi o en otro lugar. No porque yo crea en las naciones (pienso que es un concepto oscuro), sino porque la idea de la autodeterminación se deriva del concepto mismo de la democracia. Si uno es demócrata tiene que permitir que la gente elija cuál es su futuro político y quiénes quieren que sean sus vecinos. Cuando hay suficiente número de personas que lo desean en un determinado territorio eso se convierte para mí en un derecho, sea Québec, sea Escocia, sea Euskadi, sea Almería.

Y ese derecho ¿cómo ha de materializarse?

Si pensamos en España, hay una forma que parece que los catalanes quieren utilizarla, que es la manera fáctica. Dan por supuesto que los titulares de la soberanía son los catalanes y que al final el Estado español tendrá que negociar. Otra vía es la de plantear el referéndum correspondiente, como en Québec. Allí el Tribunal Constitucional, en dos sentencias, dijo que aunque no esté en una Constitución, como la democracia está por encima de la Constitución naturalmente hay que tener en cuenta la autodeterminación. Aquí la vía sería: o bien cambiando la Constitución (la han cambiado para mil cosas, no sé por qúe no una vez más), o a través del Tribunal Constitucional.

¿El final de la violencia de ETA facilitará las cosas y ayudará a cambiar la opinión pública en el Estado?

Yo que llevo mucho tiempo viviendo en Madrid veo que a mucha gente casi le molesta más la hipotética independencia de Euskadi a que haya una situación de violencia. Lamento decir esto pero en el fondo hay un sentimiento centralista bastante extendido que les produce mucho dolor pensar que eso pudiera cambiar alguna vez. También es verdad que el final de la violencia de ETA, y su aparente final definitivo, puede facilitar mucho las cosas.

¿Cómo debe afrontarse esa realidad?

Yo pondría el acento más en cómo tendrían que actuar los partidos vascos. Tendrían que ir atando acuerdos, cada uno guardando su esencia, pero buscando soluciones comunes. Del PNV no me sorprende porque en esa oscilación que ha habido siempre entre independentismo y autonomismo siempre ganan los autonomistas, y no me sorprende que vayan despacio. Sí me sorprende más en la izquierda abertzale por su silencio, es verdad que está el problema de los presos. Me llama la atención que en Madrid, siendo siete los diputados que tiene en el Congreso, el doble de los de ERC, pero éstos están constantemente haciendo propuestas, o incluso hablando en catalán hasta que les obligan a hacerlo en castellano, y sin embargo a los de Amaiur no les he visto hacer nada en esa dirección.

¿Qué papel deben jugar los presos de ETA?

Los presos sean de ETA o no siguen manteniendo sus derechos. Tanto los presos como las víctimas deberían intentar desarrollar una cierta capacidad de autocrítica. Ver cuáles han sido los defectos propios, una mayor facilidad de pedir perdón, porque en el caso de que uno tuviera razón, cuando ha cruzado la línea de la violencia, el perdón no está de más nunca. Como decía Cervantes, el que perdona gana dos veces. Me parecería muy bien que se cumpla la legislación y se agrupe a los presos, que se concedan terceros grados, poner los enfermos en la calle.

¿Cómo se explica el inmovilismo del Gobierno español?

El Gobierno español está muy presionado por el nacionalismo español. Mientras vea que las cosas siguen su curso, no va a dar pasos. Pero en algún momento eso va a tener que cambiar. Por eso me parece muy bien que organizaciones nacionales e internacionales presionen a unos y otros para que se vayan moviendo.

¿Tiene que quedar un único relato de lo sucedido?

El tiempo va a ser necesario. Es normal que haya relatos distintos. Cada uno tiene su ideología y es normal que cada cual cuente la historia en función de sus ideas y de intereses. La cuestión está en que en un momento determinado pudieran negociar ambas posturas.

¿Qué poso ha dejado la violencia en las gentes de Euskadi, en su manera de ser y expresarse?

Pienso que mucha gente tiene ganas de olvidar y eso me parece normal y otros pienso que lo están viviendo como una gran liberación. Aquí en Madrid no se le da la importancia que tiene, que es algo normal, y actúa como si no hubiera pasado nada, como si todos los pasos tuvieran que darse en Euskadi y ninguno en Madrid. No veo esa capacidad de reconocer que todos cometemos defectos, que hay que reconocerlos y que la reconciliación implica ese reconocimiento de los defectos propios y al mismo tiempo una gran capacidad de negociación. No ha habido conflicto en este mundo que no haya acabado de una u otra manera negociando, como está ocupando ahora en Colombia.

"El Gobierno español está muy presionado por el nacionalismo español"

"Han tocado mil veces la Constitución. ¿Por qué no una vez más para la autodeterminación?"

Sádaba vive con un pie en su Portugalete natal y otro en Madrid, donde imparte clases en la universidad. Foto: dna