madrid. Luis Bárcenas figura en la lista de militantes del PP que abonaron la cuota de afiliado en 2011, pese a que Mariano Rajoy afirmó en sede parlamentaria que no pertenecía al partido desde hacía ya un año antes. Así lo desveló ayer la web Infolibre, donde se aseguraba que el extesorero estaba al corriente del pago de los 120 euros correspondientes dentro del mismo listado que reveló la militancia en la formación conservadora del presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos. "Cuando llegué a presidente del Gobierno, el señor Bárcenas ya no estaba en el partido", proclamó el pasado 1 de agosto el líder popular en el Senado, reiterando que el cese de Bárcenas como encargado de las finanzas se remontaba a abril de 2010 tras la reunión que mantuvieron Javier Arenas y él como el ahora preso en Soto del Real, y donde se pactó el famoso finiquito, como declaró María Dolores de Cospedal.

Fuentes oficiales del PP sostienen que el listado -una hoja de cálculo- no procede del partido sino "probablemente de la Agencia Tributaria", que extrae sus datos de las declaraciones individuales de renta", pero es idéntica a la de Pérez de los Cobos, y entonces se dio por buena. También salió al paso el senador popular Francisco Granados, quien admitió su "cabreo" por la nómina mensual a Bárcenas de 18.000 euros, aunque matizando que estar presente en el listado de militantes "no demuestra absolutamente nada". Precisamente ayer, el abogado del recluso, Javier Gómez de Liaño, señaló que su cliente no se siente abandonado por el PP y que tampoco está molesto por las declaraciones de esta semana en la Audiencia Nacional de Arenas, Álvarez-Cascos y Cospedal, como si aún confiara en un acuerdo tácito que le rescate de su negro panorama. "No está molesto con nada salvo con su permanencia en prisión. No está más que disconforme con su situación, como cualquier persona que se encuentre como él. No ha dicho una sola palabra en contra de nadie ni reprocha nada. Para esos reproches están los abogados", describió.

Mientras tanto, el juez Pablo Ruz prosigue con su tarea y ordenó al PP que ponga a su disposición en el plazo de cinco días los dos ordenadores portátiles que Bárcenas tenía en la sede de Génova de cara a practicar una prueba pericial que permita comprobar si los archivos del pen drive entregados por el imputado son copia original del contenido de los mismos. Solicitó además una ampliación de la pericial relativa a las firmas de quien fuera responsable de las cuentas Álvaro Lapuerta para comprobar si las estampadas en los folios manuscritos se corresponden a la rúbrica del extesorero.

Para ello, reclama los cuerpos de escritura realizados en la Fiscalía y en su juzgado y oficia al Banco Popular para que le remita documentos en los que se refleja la rúbrica completa de Lapuerta en su condición de tesorero. Así, pide a la sucursal de la calle Cedaceros de Madrid que le envíe la documentación sobre un crédito hipotecario concedido en 2006 al PP para la compra de la sede de Génova 13 donde figuraría su firma. Es más, el magistrado ha citado a declarar en calidad de testigos para el próximo 10 de septiembre a quienes fueran secretarias personales de ambos extesoreros -Rosa María López Merinero y Estrella Domínguez López-, a tres miembros del Departamento de Auditoría Interna del partido y a los peritos que elaboraron el informe sobre los archivos del pen drive de Bárcenas.

Y mientras el PSOE sigue reclamando la dimisión de Rajoy y no descarta la moción de censura tras los últimos acontecimientos, ayer fue el diputado Vicente Martínez-Pujalte quien estuvo de guardia en defensa del PP, comparando a Bárcenas con un "traficante de drogas" y demandando que el marido de Rosalía Iglesias continúe en la cárcel "hasta que explique de dónde sacó el dinero". "Es como si un señor contrata en su hotel a un empleado que aprovecha su puesto de trabajo para vender droga; ha sido mala la elección, pero no tiene nada que ver con la gestión del establecimiento hotelero", expuso, lanzando un dardo al líder de la oposición: "Que Rubalcaba hable de verdad es como si Berlusconi hablara de castidad". Y en medio de la ironía, Lapuerta podría ser el próximo en declarar ante Ruz tras ser cazado a la salida de su domicilio tras haber mejorado de su enfermedad.

Luis Bárcenas asiste a los juzgados antes de acabar en prisión. Foto: afp

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