MADRID. Fue tesorero del PP en la etapa de Fraga entre 1982 y 1987; en abril de 1990 acabó encausado en el caso Naseiro sobre la financiación ilegal del PP en calidad de tesorero del partido, siendo absuelto en julio de 1992; y, en la trama Bárcenas, el pasado marzo resultó imputado por un posible delito de blanqueo de capitales. De ahí que las palabras de Ángel Sanchís nunca sean brindis al sol, como lo demostró ayer, advirtiendo de que el ahora preso de Soto del Real puede provocar "mucho daño al PP". En una entrevista a La Sexta, Sanchís admitió que Bárcenas "no dice cosas muy buenas" de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y que es "su enemiga" porque "filtraba mentiras"; en cambio, sostuvo que el extesorero habla siempre "muy bien" de Rajoy.

Respecto a los papeles publicados en prensa y entregados al juez sobre la contabilidad paralela, relató que "Bárcenas afirma que son verdaderos, él sabrá, puede que haya parte verdadera y parte menos verdadera", precisando que él nunca hubiera hecho lo que ha realizado su sucesor, ya que éste "se ha dedicado a preconstituir pruebas, tener papeles y presentarlos, y atacar al presidente". Preguntado sobre si Bárcenas le confesó que tenía munición contra el PP, declinó responder: "Yo no miento, y por tanto no voy a contestar".

A su entender, "sean verdaderas o no, hay muchas cosas en torno a Bárcenas que nunca se podrán demostrar" por lo que "habrá una gran frustración nacional cuando el caso se quede en mucho menos o nada". Evocó Sanchís que en sus inicios políticos "con ocho diputados no teníamos donde caernos muertos", por lo que "los empresarios daban dinero a cambio de nada. Yo hacía cenas en mi casa a medio millón -de pesetas- el cubierto, así nos financiábamos". Interpelado sobre la comparecencia de Rajoy en el Senado, subrayó que el presidente "tenía toda la razón y dijo la verdad", aunque "pudo pecar de no decir, pero no dijo falsedades". En esta línea, defendió al líder del Ejecutivo, del que percibe que "lo está haciendo bien". Por ello, describió que cuando Rajoy comentó que Bárcenas no estaba en el partido "no mentía", ya que el extesorero se hallaba en "stand by, cobrando el sueldo hasta que se viese qué es lo que pasaba, sin actividad ni injerencia", reconociendo que tuvo "un sueldo muy alto desde tiempos inmemoriales".

En semejante escenario, Sanchís pidió "prudencia", dado que, a su juicio, "se están dando expectativas de una irrealidad, se está actuando y diciendo cosas falsas y tergiversadas". "Yo lo que sé es que Bárcenas no es lo que se dice que es y que no será el día de mañana lo que se dice que es, y habrá una gran frustración nacional cuando esto se quede en menos de lo que se dice o en nada", recalcó. "Todo esto es un desastre para España, para la democracia y la credibilidad. Si España se convierte en cinco o seis partidos que se quieren anticipar para gobernar, será un desastre", manifestó.

Añoranza de Fraga Sanchís tiró de melancolía asegurando que cuando se reúnen los antiguos dirigentes de Alianza Popular -"los viejos", les cataloga-, lloran "a lágrima viva" y bendicen que Fraga, el fundador de AP, esté muerto, porque "si no, se muere del disgusto". En sus palabras, "los corría a gorrazos a todos". Sobre la época en la que era tesorero del partido, Sanchís recordó que, aunque él era el recaudador, el dinero de su "bolsillo era más limpio que una patena". Y constató que, entonces, enviaban cartas a los ciudadanos para poder financiarse, detallando que les "daban muy poco" y que "no tenían poder" en comparación con los partidos de hoy en día.