Lisboa. El remodelado Gobierno conservador de Portugal, con seis cambios ministeriales, tomó ayer posesión con el objetivo principal de superar la recta final del rescate financiero del país, que exigirá nuevas medidas de austeridad. Los seis ministros que asumen o cambian de funciones fueron investidos de sus cargos en una ceremonia presidida por el jefe de Estado, el también conservador Anibal Cavaco Silva, que optó por aprobar esta remodelación tras no lograr un acuerdo de "salvación nacional" entre los partidos del Gobierno y la oposición socialista.

El Ejecutivo mantiene la alianza de dos partidos, el Social Demócrata (PSD, centroderecha) y el Centro Democrático Social Partido Popular (CDS-PP, democristiano) que suman mayoría parlamentaria absoluta y están en el poder desde las elecciones de junio de 2011. Su toma de posesión marcó el fin de una larga crisis de Gobierno cuyo inicio hizo subir los intereses de la deuda lusa y sembró de dudas la capacidad del país para volver a financiarse en los mercados cuando concluyan, en junio de 2014, los tres años de su programa de asistencia financiera.

El cambio más relevante producido ayer en el gabinete del primer ministro, Pedro Passos Coelho, es el ascenso de Paulo Portas a viceprimer ministro y coordinador de las políticas económicas y de las negociaciones sobre el cumplimiento del rescate con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Cavaco quiso garantizar la conclusión "exitosa" de ese programa con un pacto de Gobierno entre el PSD, el CDS-PP y el Partido Socialista (PS).

Pero la formación que lidera la oposición y las encuestas dio por roto el diálogo tras seis días de negociaciones por el rechazo a las nuevas medidas de austeridad para ahorrar 4.700 millones de euros, que los conservadores están decididos a aplicar a instancias de la UE y el FMI. Cavaco, que en principio no aceptó la remodelación de ministros propuesta por Passos Coelho para mantener la coalición conservadora, advirtió al nuevo Gobierno que debe llevar a buen puerto tanto la recta final del rescate como medidas para reactivar la decaída economía y crear empleo.

La renuncia de Portas, presidente del CDS-PP, al ministerio de Exteriores el pasado día 2 puso en peligro la mayoría gubernamental y abrió la crisis política lusa. Los otros ministros que asumieron funciones son António Pires de Lima, en Economía, que eleva a cuatro los miembros del CDS-PP en el Ejecutivo; Rui Machete, del PSD, en Exteriores; y su compañero de partido Jorge Moreira da Silva, en Ambiente y Administración Territorial. Estas últimas competencias fueron desgajadas del ministerio que desempeña Asuncao Cristas, del CDS-PP, que fue investida ayer como titular de la recortada cartera de Agricultura.

El otro ministro democristiano, Pedro Mota Soares, que completa el Ejecutivo luso de 14 miembros, tomó posesión de su misma cartera de Solidaridad y Seguridad Social, pero reforzada con el área de Empleo, hasta ahora adscrita a Economía. Esta es la tercera remodelación de Gobierno que efectúa Passos Coelho, que en abril hizo su primer cambio por la dimisión de su mano derecha y ministro de Asuntos Parlamentarios, Miguel Relvas, envuelto en un escándalo por la obtención irregular de su licenciatura. El 2 de julio nombró a Maria Luis Albuquerque como ministra de Finanzas tras la renuncia de Vítor Gaspar, decisión que desencadenó la renuncia de Portas, descontento con esa designación.

Pires de Lima aseguró ayer que "la mejor señal positiva para la economía" lusa ha sido "la madurez política, la cohesión y el sentido común" que se han impuesto para mantener al Ejecutivo. Sin embargo, la oposición de izquierda dudó de que los conservadores estén en condiciones de sacar a Portugal de la recesión y generar empleo e insistieron en pedir elecciones anticipadas.