sevilla. No habrá primarias para elegir al próximo candidato socialista a la Junta de Andalucía. Estaban convocadas para el próximo día 29, fecha marcada en rojo en el calendario del PSOE porque iba a convertirse en la primera ocasión en que los militantes socialistas votaban directamente a uno de sus líderes. No será necesario. Susana Díez, la consejera de Presidencia e Igualdad del Gobierno de José Antonio Griñán, la delfín del presidente andaluz, su sucesora natural, aquella que el aparato del PSOE de esa comunidad autónoma había señalado como la elegida, arrasó en el primer trámite de las primarias. Fue la única que logró presentar a tiempo en este proceso exprés los avales necesarios, haciendo innecesario que las urnas en las casas del pueblo dicten un veredicto.

Y lo ha hecho además con poderío, demostrando que para cuando Griñán anunció que no se presentaría a la reelección todo estaba engrasado con el objetivo de que su elección fuera un clamor. Fuentes de la candidatura de Díaz confirmaban ayer, fecha límite para registrar los avales, que la consejera había superado las 22.000 firmas, lo que supone casi el 50 por ciento del censo de militantes del partido.

Nada pudieron hacer los otros precandidatos. El alcalde de Jun (Granada), José Antonio Rodríguez, lamentó haberse quedado tan solo a 196 avales de llegar a los 6.860 -el equivalente al 15% de la militancia andaluza- que eran necesarios para convertirse en candidato. El consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas, confirmaba que solo había podido reunir cerca de 4.500 firmas, por lo que se retiraba del proceso. Aunque señaló que respeta las "reglas del juego", dejó claro también la necesidad de flexibilidad para que haya debate. "Si estas normas se hubieran aplicado de forma más flexible, tendríamos en este momento un juego democrático más amplio, que es lo que los militantes socialistas querían y quieren", señalaba ayer mismo. Por último, el militante de Torrox (Málaga) Marcos Antonio Encinas afirmaba que desconocía el número de apoyos con los que contaba -unos treinta- y aseguró que Díaz "ha usado el aparato del partido sin ningún tipo de disimulo".

A nadie se le escapa que la sucesión no solo afecta a las expectativas electorales del PSOE en Andalucía. Todo apunta a que Susana Díaz, que también es la secretaria general del PSOE en la provincia de Sevilla, está llamada a liderar la federación socialista andaluza cuando Griñán, de 67 años y acosado por el escándalo de los ERE, más pronto que tarde abandone el liderazgo del socialismo andaluz. Finalizada la recogida de avales, ahora se abrirá el plazo de alegaciones y, si todo discurre con normalidad, Díaz será proclamada oficialmente candidata el próximo lunes.

Irregularidades En este proceso, los otros aspirantes a candidatos a las primarias se han quejado de que no ha habido "juego limpio", de falta de acceso al censo de militantes y de que las prisas de la convocatoria les ha impedido hacerse con más apoyos. Un grupo de militantes del PSOE andaluz, la mayoría pertenecientes al ámbito del Derecho -entre ellos, el expresidente de la Junta José Rodríguez de la Borbolla-, apuntaron en fechas recientes a que el proceso contaba con graves irregularidades. Alertaron por ello a la dirección federal de que la convocatoria "extemporánea" de primarias había hecho "saltar por los aires" las normas internas y de que se estaban utilizando para fines distintos a los previstos.