madrid. La carga mediática que tiene el caso Bárcenas, convertido en la práctica en el caso PP, ha provocado, como en muchas declaraciones judiciales de parecido peso de cara al gran público, que las redes sociales sean las primeras en informar sobre lo que acontece en el interior. Ayer esto se llevó a tal extremo que el juez Pablo Ruz abrió una pieza separada para investigar las posibles responsabilidades penales o profesionales en las que pudiera haber incurrido la persona que tuiteó parte de la declaración de Luis Bárcenas desde el despacho del magistrado, que se encuentra en la sexta planta de la Audiencia Nacional.
Los mensajes en la red social Twitter, de autoría atribuida al abogado Jaume Asens, que no se hallaba entre los letrados presentes en la declaración, se difundieron desde la cuenta denominada Observatori Drets, nombre de una de las asociaciones personadas en la causa. Tras advertir los servicios de seguridad lo que estaba ocurriendo, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 suspendió unos minutos la declaración, amonestó a los presentes y de paso anunció la apertura de una pieza separada para investigar lo ocurrido.
Tras el receso, la cuenta de Twitter dejó de emitir estos mensajes. Al término de la declaración Ruz abrió efectivamente esta pieza separada. De no concluirse de la investigación responsabilidades penales, el magistrado optará por depurar las de tipo profesional o administrativo a través de una denuncia ante el colegio de abogados correspondiente, según señalan fuentes jurídicas.
Por ejemplo, entre los detalles que se refirieron a Rajoy, Bárcenas destacó pagos en trajes, que son gastos de representación del presidente que se pagaron en B porque "no quedaba bien" presentar estos gastos al Tribunal de Cuentas.