Donostia. La resolución de las consecuencias de la violencia y la apuesta por una mayor soberanía para Euskal Herria son los ámbitos en los que PNV y Sortu tienen más opciones de llegar a hipotéticos entendimientos, por encima de todas las divergencias que les separan y que ayer recordaron. Así se deduce de las intervenciones que los presidentes de ambas formaciones ofrecieron ante los medios de comunicación tras la primera reunión que, con carácter oficial y de manera pública, mantuvieron en la sede del partido de la izquierda abertzale en Donostia.
En dos comparecencias de marcado cariz optimista, tanto Andoni Ortuzar (PNV) como Hasier Arraiz (Sortu) optaron por mirar al futuro. Es tiempo, aseguraron en el contexto de la normalización de las relaciones entre ambos partidos, de trabajar por posibles espacios de acuerdo, sobre todo en lo referente al proceso de paz y el derecho a decidir.
"Queríamos presentarnos con un trabajo hecho", aseguró el dirigente jeltzale, quien confirmó que, antes de la cita de ayer, ambos partidos se han visto en otras dos reuniones oficiales. Ortuzar, que acudió a la cita acompañado de Joseba Egibar, Pilar García de Salazar y Koldo Mediavilla, aseguró que en las mismas se miraron "a las caras" y se dijeron "todo lo que nos teníamos que decir".
Dichos encuentros supusieron una "clarificación de las preguntas existenciales que se suelen hacer: quiénes somos, de dónde venimos, por qué sucedieron algunas cosas... Hoy hemos entrado en materia en positivo. Era bueno marcar un punto de inflexión, más allá de saldar cuentas del pasado. Empezar a mirar al futuro".
Una impresión que Arraiz, que asistió al encuentro junto a Rufi Etxeberria, Maribi Ugarteburu y Pernando Barrena, corroboró. "La fase de los reproches queda atrás, esa sería la voluntad de Sortu. En cualquier caso, hemos pretendido que la reunión de hoy fuera un punto de partida", aseveró.
Los responsables de ambos partidos pusieron el acento en la gravedad de la actual situación. En palabras de Andoni Ortuzar -que calificó el día de ayer como "el de hacer las preguntas" y no tanto el de los acuerdos-, los tres objetivos principales han de ser "asentar la paz y la convivencia, hacer un trabajo político importante para sacar a Euskadi de la crisis y caminar hacia la normalización política para que se den las condiciones en las que la ciudadanía vasca pueda expresarse con libertad. Cada uno con su óptica, podemos llegar a puntos en común".
En un tono similar se expresó Arraiz, quien centró las posibilidades de acuerdo en el primero y el tercero de los objetivos. Para el presidente de Sortu, la izquierda abertzale, al igual que el PNV, ve con "preocupación el inicio de una segunda transición" española en la que PP y PSOE buscan "cerrar la puerta del derecho a decidir tanto para la nación catalana como la vasca". "Las puertas de Madrid están cerradas, no solo para la izquierda abertzale, sino también para el PNV", aseguró el presidente de Sortu. Con base "en ese diagnóstico común", defendió que "los acuerdos tienen que realizarse en Euskal Herria y tendrán que ser progresivos, gestándose poco a poco". Ello dará pie a "compromisos multilaterales que nos hagan avanzar en este proceso de paz y normalización democrática".
Rifirrafes La reunión de ayer en Donostia, que duró hora y media y se desarrolló en un tono muy cordial, según fuentes de ambos partidos, llegó en un contexto en el que ambas formaciones han chocado en diferentes frentes en los últimos meses. El último, el del "evidente afán recaudatorio" que el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, denunció en referencia a la Diputación de Gipuzkoa, gobernada por Bildu. "Precisamente estas reuniones tienen que servir para destensar esas malas relaciones", respondió Ortuzar.
Según explicó al hilo de esa última contienda verbal, "cada uno tiene que vivir con sus tradiciones y pagar peajes por su acción política. La reunión de hoy está por encima de esas cuestiones". Aun así, y pese a la voluntad de ambas partes de salvaguardar la relación entre partidos, Ortuzar sí reconoció que "discrepancias seguirá habiendo porque somos realidades muy distintas. Habrá enfrentamientos políticos, pero ambas fuerzas vamos a intentar compartir acuerdos, no solo discrepancias".
Otra de las pugnas más destacadas entre Sortu y el PNV ha sido en torno a la fiscalidad, que no estuvo sobre la mesa de manera expresa en la cita de ayer, según Arraiz. Una materia que en la que Ortuzar dijo que están alejados: "Cada vez que damos un pasito para intentar un acuerdo, ellos se retraen dos". Aun así, se comprometió a "mantener abierto el diálogo con todos los partidos y organizaciones sociales. Más que un mérito es una obligación que tenemos que cumplir".
El presidente de Sortu señaló que durante los noventa minutos de encuentro abordaron cuáles deben ser "las prioridades, que vienen del camino de que somos dos fuerzas abertzales y planteamos que, tanto la resolución democrática del conflicto como la soberanía de Euskal Herria son para ambos, con todas sus discrepancias. La política fiscal, como otras cuestiones, la dejamos en esa agenda que queda abierta a desarrollar en próximas reuniones".
Para ese nuevo encuentro formal, que se celebrará en sede jeltzale, habrá que esperar hasta el mes de septiembre, tal y como reconocieron los dos dirigentes. Ortuzar mostró esa voluntad de diálogo para perfilar "una especie de guión de discusión que pueda conformar en el futuro una hoja de ruta".
Arraiz incidió en "la necesidad" que las dos partes encontraron ayer de "empezar a ponernos de acuerdo por los retos de la actual situación económica y política, y porque nuestro pueblo, miles de vascos y vascas, nos lo reclama a unos y a otros". "Quiero remarcar esa voluntad de Sortu para llegar a entendimientos y, sobre todo, espacios de colaboración para el trabajo conjunto con el PNV en torno a la resolución democrática del conflicto y la construcción nacional de Euskal Herria", explicó Arraiz, "entendiendo que no son prioridades exclusivamente del PNV y Sortu, sino que lo son para el conjunto de la sociedad vasca".
Diferencias con Catalunya Esta situación de crisis económica y falta de respuestas políticas de Madrid ha provocado una aceleración del proceso soberanista catalán con el que el presidente de Sortu reconoció diferencias: "Hemos estado hablando de Catalunya y entendemos que las situaciones son diferentes. Los procesos puestos en marcha en cada nación son diferentes, pero hay algo común en lo que estamos de acuerdo PNV y Sortu: el Estado español a día de hoy no tiene oferta para ninguna de las dos naciones sin estado".