vitoria. "Poner en valor lo vasco más allá de Euskadi". Con esta frase resumen en el PP la oferta de colaboración que la presidenta regional del partido, Arantza Quiroga, trasladó ayer al lehendakari, Iñigo Urkullu, en el segundo encuentro que ambos dirigentes mantuvieron en menos de un mes.

La intervención conciliadora de ayer poco o nada tuvo que ver con la que Quiroga, en su debut al frente del PP vasco, ofreció hace apenas tres semanas después de compartir mesa con el lehendakari y las demás fuerzas representadas en el Parlamento autonómico.

La líder conservadora optó por dejar a un lado las críticas vertidas a finales de mayo, en la antesala de las reuniones bilaterales de PNV y PSE, y mostró su cara más amable con un nítido mensaje centrado en buscar salidas consensuadas ante la crisis.

Para el PP, que ha pasado de ser el socio preferente del Gobierno Vasco liderado por el PSE a la cuarta fuerza del Legislativo autonómico, quedarse fuera de juego en los futuros "acuerdos de país" que socialistas y jeltzales sondean desde hace semanas supondría un varapalo político que buscan evitar a toda costa.

Además, participar de esta sintonía mientras la izquierda abertzale representada por EH Bildu en la Cámara vasca queda apartada se vería como un doble triunfo entre las filas conservadoras.

Y en este camino, la lógica complicidad de Quiroga con su compañero de partido y presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, así como con los demás responsables institucionales de los populares en el resto del Estado son la principal baza de la presidenta regional para cimentar su posición de salida en una teórica negociación con el Ejecutivo vasco liderado por Iñigo Urkullu.

Así se lo hizo saber al lehendakari en el encuentro que ambos mantuvieron durante cerca de hora y media. Quiroga destacó la "gran sintonía" con Urkullu en el diagnóstico de la situación económica y le reclamó que atienda las necesidades de las empresas "tractoras" para que Euskadi pueda liderar la creación de empleo, un "motor de salida", según la aspiración de la presidenta del PP vasco, para "el resto de España y de Europa".

Fuentes del partido destacaron que ambas partes optaron por dejar fuera del diálogo aspectos como los identitarios, que fundamentan gran parte de la brecha que separa a PNV y PP, para facilitar la búsqueda de acuerdos. Quiroga se limitó a demandar a Urkullu que en relación al trabajo en el ámbito de la paz y de la convivencia que está desarrollando el Gobierno Vasco no pongan el foco en "los presos y en las urgencias de la izquierda abertzale".

nuevos encuentros A pesar de que desde el partido señalan que las agendas no están cerradas para acometer los restantes encuentros de la ronda iniciada ayer por Quiroga, el orden establecido llevaría a la líder del PP vasco a un próximo encuentro con el secretario general del PSE, Patxi López, y a continuación, con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ambas reuniones previstas para un plazo máximo de dos semanas, según las estimaciones que manejan desde el partido.

Quien no estará en esta ronda serán los representantes de EH Bildu, tal y como ya había anunciado el PP, al considerar que a la coalición soberanista "aún le queda recorrido para ser un partido plenamente democrático", según reiteró ayer la presidenta de la formación conservadora.