BILBAO. La revisión del autogobierno con una ponencia específica en el Parlamento Vasco forma parte del Documento de bases para un acuerdo de mínimos que Iñigo Urkullu trasladó a los partidos con los que se reunió en Lakua. El lehendakari planteó la adopción de cinco consensos básicos dirigidos a conseguir la reactivación económica y la gestación de nuevas oportunidades de empleo, así como a garantizar las políticas públicas y sociales. Acuerdos que, a su entender, deberían sustentarse en torno a la reforma fiscal, la lucha contra el fraude, el impulso económico y el empleo, las políticas públicas y políticas sociales compartidas, y el modelo institucional.
Es en este último ámbito donde el líder jeltzale expuso la plasmación de una ponencia de autogobierno para el diseño de la arquitectura institucional del país, y que arrancaría el próximo otoño con el objetivo de alentar "de forma consensuada" la actualización de la "arquitectura propia" tanto de "relación interna", como de "relación externa", a través de la mejora y adaptación del modelo institucional al "nuevo escenario económico, social y político". La pretensión reside en alcanzar una entente para dotar a Euskadi de un nuevo estatus jurídico y político, que debería ser sometido al refrendo popular. Igualmente, se abordarían aspectos relacionados con el entramado institucional para eliminar las duplicidades entre administraciones que se dan en la actualidad. De hecho, el Ejecutivo se compromete a mantener el objetivo de reducir un 25% las sociedades públicas esta legislatura". Ya ha trasladado el compromiso a las tres diputaciones y a Eudel, con intención "de poder tomar las decisiones de forma concertada, dado que en determinados casos se producen situaciones de participación conjunta en determinados sectores de actividad".
En materia de reforma fiscal, se apuesta por lograr un pacto sobre el IRPF y el Impuesto de Sociedades consensuado en el Órgano de Coordinación Tributaria antes de este año para que ya esté aplicado en 2014. De esta forma, la reforma del IRPF mantendría su estructura básica pero reforzando los principios de "equidad, progresividad, neutralidad, transparencia y simplificación", de forma que "quien más tiene más contribuya al sostenimiento de los gastos comunes". La aportación no se desarrollaría de manera proporcional, sino bajo el prisma de que, a mayor renta o capacidad económica, mayor esfuerzo. La reformulación profunda del Impuesto de Sociedades apela a sostener los incentivos dinamizadores de la actividad económica y el empleo, aunque revisando o suprimiendo los regímenes especiales del impuesto y las deducciones que no cumplan los objetivos para los que se establecieron. Además, se apela al consenso de reformas parciales en los impuestos sobre sucesiones y donaciones, y en el del transmisiones patrimoniales.
De cara a luchar contra el fraude fiscal se defiende la creación de un plan sobre esta materia con medidas de concienciación sobre las obligaciones fiscales e iniciativas para la prevención, detección y persecución de prácticas de elusión. En el apartado de reactivación económica se habla del fondo de 180 millones de euros que se crearía si se relajan las exigencias de déficit para las comunidades autónomas para invertir, junto con las diputaciones, en proyectos de reactivación económica. Junto a ello se propone un fondo de 20 millones de euros para el impulso de la innovación y otro de 40 millones para el empleo, concretamente para incentivar la empleabilidad y la inserción laboral de la juventud y de los parados de larga duración.
Plantea una ponencia para articular un nuevo estatus jurídico y político que sería sometido
al refrendo popular
En materia de reforma fiscal, Lakua apuesta por un pacto sobre el IRPF de forma que "a mayor renta, mayor esfuerzo"