Bilbao. Fiel a su estilo, espontáneo que no "deslenguado" como reconoce en esta entrevista, elige un cuadro con el escudo del Athletic para retratarse. En su primer día de civil, defiende la elección y la figura de su sucesora, Arantza Quiroga.
¿Se siente liberado?
Sí, me he quitado un peso de encima. Después de 18 años y la complejidad que tiene la política vasca especialmente para los que somos del Partido Popular, cedo el testigo y yo me siento más tranquilo.
¿Qué es lo primero que ha notado tras el relevo?
Que ya no he estado tan pendiente de la actualidad. Es el primer día desde no recuerdo cuándo que no he leído las portadas de los periódicos como acostumbraba hacer cada mañana. Necesito desintoxicarme un poco de la política y acostumbrarme a la información económica. También es un poco por poner distancia, pero estoy convencido que cuando esté en México leeré las ediciones en internet de los periódicos vascos para ver lo que están diciendo. Pero necesito poner un poco de distancia porque tengo sentimientos encontrados.
¿A partir de mañana (por hoy) que entregue su acta de parlamentario y que ya no tendrá un cargo institucional, cómo va a afrontar su futuro más cercano?
Mi previsión era empezar el trabajo en México en verano, pero voy apretado de plazos porque no me ha dado tiempo ni a buscar casa ni colegios para mis hijas. Ahora tengo un tiempo para ponerme al día de las cuestiones económicas y financieras, e iré algún día allí a organizar mi vida para los próximos años en México.
Todo rápido, como su sucesión al frente del PP vasco.
Lo que se hace con determinación da menos lugar a que surja el enredo y que haya problemas. Una vez que le comunico a los presidentes territoriales del PP vasco y al presidente del Gobierno que tengo la decisión firme de marchar, decido actuar con celeridad, entre otras cosas porque siempre se acaba sabiendo todo, y porque es importante que no haya ningún vacío de poder y que Aran-tza Quiroga esté sentada el martes en la mesa institucional que convoca el lehendakari.
Pero ha llamado la atención que en solo siete días anuncia que se va, señala quién será el relevo y su partido lo ratifica.
Es que los estatutos del PP, aprobados por unanimidad en un congreso democrático, determinan que cuando un presidente dimite se convoca inmediatamente un comité ejecutivo que propone el candidato a la Junta Directiva. Los noventa integrantes de la Junta Directiva, que son de todos los lugares de Euskadi y de todo origen y condición, todos ellos respaldaron a Arantza Quiroga.
Casi a la búlgara.
Eso se verá cuando haya un congreso. Creo que la militancia también estará con Arantza porque es muy buena política. Que no se preocupe nadie, cuando ella haga un congreso seguro que tiene más del 92% de apoyos que tuve yo.
¿Así que Quiroga convocará un congreso que avale su designación?
A mí así me lo ha dicho, aunque será ella quien anuncie cuándo y cómo. Pero que nadie dude de su legitimidad. No solo porque así lo determinan los estatutos del partido sino porque yo mismo he buscado el consenso con los líderes del PP de Euskadi, con Alonso, Damborenea y Sémper. Ella era la vicepresidenta del partido, así que lo natural en cualquier empresa es que cuando el presidente se va el vicepresidente se pone al frente.
¿No hubiera sido natural apostar por Alfonso Alonso o Borja Sémper?
Sí, pero carecían del consenso necesario para dirigir una organización como la nuestra, en la que hay tres territorios históricos, y porque cada uno tiene un trabajo que hacer. El PP vasco necesita a Alonso en Madrid, necesita una persona que sea capaz de trasladar las políticas del PP vasco y que influya en el Gobierno para las cosas de Euskadi. Y Sémper ya dijo desde el minuto uno que no tenía esa expectativa. Viendo el consenso y la realidad de cada uno, la mejor opción es Arantza.
¿Ha sido siempre su candidata?
Siempre he confiado en ella, para presidir el Parlamento Vasco y para la portavocía del grupo, porque confío en su capacidad, en su manera genuina de ser en política y porque entiendo que aúna una experiencia de labor institucional junto con una juventud que le hace tener fuerza. Pero no es que sea mi candidata preferida, es la que mejor puede hacerlo en este momento. En un escenario distinto, si Alonso no tuviera tanta responsabilidad en Ma- drid, podría haber sido diferente.
¿Quiroga gusta en el PP estatal como líder de los 'populares' vascos?
La clave es que está propuesta por el PP vasco. Sé que Arantza ha abogado en Madrid por temas vascos sin que se haya sabido. Incluso ha tenido algún enfrentamiento por defender el Concierto Económico. No voy a negar que es bueno que haya una buena sintonía con el PP nacional, pero Arantza tiene que satisfacer a su electorado vasco.
¿Son significativas críticas a este proceso de sucesión como las del exparlamentario Santiago Abascal?
Las respeto pero no son justas porque ha sido un proceso habitual, que siempre ha sido así. En el congreso en que aprobamos los estatutos no hubo ningún voto en contra, ni siquiera el de él. Son críticas que no tienen más recorrido.
Quiroga no ha ocultado algunas opiniones que le han puesto la etiqueta incluso de ultraconservadora. ¿Su elección no conlleva un riesgo de involución para el PP?
En absoluto. Arantza tiene sus creencias, como cada uno tenemos las nuestras, pero desarrolla su labor teniendo en cuenta que es un partido abierto. Nunca la he visto hacer doctrina en su labor política aunque sea coherente con sus creencias en su vida privada. Arantza aúna unas convicciones propias con una labor política impecable de respeto a todas las opciones. Decir lo contrario es no conocer a Arantza Quiroga, que aborda todos los temas con un espíritu absolutamente liberal.
¿Remarcar como lo hacen ustedes que la nueva líder hará tándem con Iñaki Oyarzábal no trata de equilibrar precisamente esa impronta conservadora?
Son clichés. Lo normal es que Oyarzábal siga de secretario general porque solo hace un año que se le nombró para el cargo. Aquí no hay factores de compensación sino que desarrolla su labor de secretario general de manera brillante. No creo que un periodista le pregunte a un político hombre si usa o no preservativo y con Arantza se han atrevido. A Arantza y a Iñaki hay que juzgarlos por su labor política, no por su vida personal.
El techo de voto del PP vasco fue en 2001 con Aznar y Mayor Oreja. Igual no ha sido tan productivo electoralmente sacar al partido de las catacumbas, como usted se propuso al llegar a la presidencia del PP.
Pero hay que ver el contexto. Ya me hubiera gustado a mí presentarme a las elecciones con una situación casi de pleno empleo, en una dinámica electoral nacional en la que se iba para arriba, con la apuesta política del PNV en crisis, con una Batasuna escasa de fuerzas y en una situación en la que se nos reconocía claramente por nuestra actuación contra el terrorismo. Nuestra situación reciente ha sido mucho más difícil. Lo que hace ahora el PP es sembrar para mejorar su posición en un escenario futuro diferente.
¿Se ha arrepentido alguna vez de ser tan espontáneo al hablar, por decirlo de alguna manera?
Sí. Aunque no es tanta espontaneidad como parece. A veces he querido provocar, pero también me he arrepentido por haberme pasado de frenada con la provocación. Podría haber sido un político más gris pero quizás mi partido no hubiera estado tan presente en algunos debates, teniendo en cuenta el escenario en que cogí el partido, cuando nos querían arrinconar. He querido provocar pero no he sido un deslenguado, ha sido una táctica para hacer presente al PP. En ocasiones me he pasado, pero cuando uno no hace nada no se pasa, claro. Pero reconozco que he metido la pata algunas veces por ir a 120 en vez de a 80.
Metió la pata cuando...
Pues cuando comparé al lehendakari López con Homer Simpson o alguna pasada con Iñaki Azkuna.
¿Le han llamado la atención sus compañeros por ello?
Entienden que es una táctica pero sí ha habido compañeros a los que les ha gustado menos esa fórmula. Aunque en política es peor no existir que arriesgar un poco como hice yo.
¿Le ha recomendado esa misma actitud a su sucesora?
Para un partido como el nuestro es muy importante estar, porque esto no es Murcia, con dos partidos y que nosotros tengamos el 60% del electorado. En esta sociedad tan plural el PP debe buscar su parcela de protagonismo. Hasta ahora el papel de Arantza había sido muy prudente, sobre todo en su época de presidenta del Parlamento Vasco. Ahora tendrá su oportunidad, aunque con su propio estilo. No la veo haciendo una ironía pero sí cantándole las cuarenta a quien se lo merezca.
¿Le ha dado algún consejo en este traspaso de poderes?
Le he contado mi experiencia para que ella decida. Siempre que me llame para consultar alguna cosa yo estaré a su disposición, pero no voy a hacer declaraciones ni voy a entorpecer nada.
¿Cómo ve Euskadi de aquí a cinco años?
Creo que cuando supere la crisis económica, que la va a superar sin lugar a dudas, y al lograr la desaparición definitiva de ETA, conseguirá un futuro prometedor. Solo lo puede torcer una cosa, que nos embarquemos en el lío como los catalanes, que si nuevo estatuto o más soberanía. Si Euskadi está tranquila en lo político, se da el fin del terrorismo y con un ciclo económico expansivo, el País Vasco despunta definitivamente. La clave va a estar en cómo se aborda lo que Urkullu llama nuevo estatus. Si el nacionalismo vuelve a un enfrentamiento parecido al de Ibarretxe, el futuro será difícil.
¿Echa en falta que no le pregunte por ETA?
En absoluto. Eso sí, recomiendo a los siguientes de cualquier color político que cierren bien esa etapa para que nunca se pueda reproducir, y eso pasa por que quede claro que lo que hizo ETA no tuvo ningún sentido.
Niega que quiera volver a la política. ¿No será que, como otros políticos vascos, pretende ir a vivir la política de Madrid?
No, si fuera así ya me hubiera ido a Madrid.
¿Le han tentado alguna vez?
Lo que se publicó de que Rajoy me ofreció ser ministro no es cierto, aunque alguna vez me ha dicho que cuente con él para lo que necesite. Pero mi decisión es vital, no política. Pienso que si me quedo más en política acabaría profesionalizándome y perdería independencia.
¿Piensa los mismo de los políticos, muchos de ellos del PP, que llevan media vida en el oficio?
Habría que aplaudirles porque la gente piensa que ser político es un chollo, pero lleva su dedicación, esfuerzo y exposición de cara al público. Tomar esta decisión no me lleva a hablar mal de los políticos que continúan. ¡Qué valor tenéis al seguir haciendo esto!
¿Cómo le gustaría ser recordado en la política vasca?
Como aquél que con sus errores y aciertos se mató por Bilbao y luego por Euskadi, aunque no todo el mundo comparta mis ideas.
"Alfonso Alonso y Borja Sémper carecían del consenso suficiente para dirigir el PP, no así la nueva presidenta"
"No veo a Arantza Quiroga haciendo una ironía pero sí cantándole las cuarenta a quien se lo merezca"
"Metí la pata cuando comparé a López con Homer Simpson, pero en política es peor no existir que arriesgar un poco"