MADRID. La presidenta del Partido Popular de Madrid, Esperanza Aguirre, tradicional rival del presidente del Gobierno español Mariano Rajoy, se sumó ayer a las muchas voces que critican la política de recortes emprendida por el Ejecutivo popular para tratar de reducir el déficit y rebajar su deuda. Sin embargo, no censuró esta estrategia por considerar, como la mayoría, que ahoga en exceso a los ciudadanos. Aguirre arremetió contra la decisión de Rajoy de subir los impuestos porque "la respuesta no ha sido la esperada". Ella abogó, en cambio, por "explorar la alternativa de reducción del gasto. Hay que reducir las distintas administraciones públicas".

En un artículo publicado en su blog y titulado de forma expresiva Sí hay alternativa, la expresidenta de la Comunidad de Madrid reclamó al Gobierno de Rajoy una "reforma radical y sin precedentes de las administraciones públicas" como alternativa a su política de subida de impuestos para reducir el déficit. Recordó al presidente de su partido que la "experiencia de estos meses ha demostrado que esas subidas de impuestos no han servido para incrementar los ingresos" y subrayó que el camino que ella defiende está reflejado en el programa del PP, "con el que consiguió una clamorosa mayoría" en las elecciones generales.

Advertía además, sin citar en ningún momento a Rajoy, de que "ante la mala noticia sobre las previsiones macroeconómicas anunciadas en el último Consejo de Gobierno, lo peor que puede pasar es que los ciudadanos caigan en una actitud fatalista y piensen que no hay ninguna alternativa eficiente para salir del hoyo en el que está sumida la economía española".

Tras recordar que "todos los economistas y los políticos están de acuerdo en que el primer paso hacia la recuperación económica tiene que ser la reducción del déficit público", señalaba que "ha llegado la hora de explorar la otra variable del déficit: la reducción de los gastos". Aguirre explicaba que esta forma de proceder "supone en primer lugar acometer una reforma radical y sin precedentes de las administraciones públicas". "Eso sí que es una alternativa. La hay, y es la que llevaba el Partido Popular en su programa. Ha llegado la hora de aplicarla: reducir el peso del sector público para que llegue el dinero a empresarios y familias para sacar a España de la crisis", concluía la dirigente popular.

Poco después de la publicación de este artículo, Esperanza Aguirre tuvo ocasión de ratificarse en sus opiniones en Estoril (Portugal), adonde acudió ayer para participar en unas conferencias bajo el título Crecimiento, innovación y sostenibilidad. En dicho marco, apostó por rebajar el gasto en las administraciones y apostar por "políticas liberales". "Las empresas, cuando llega la crisis, reducen sus gastos internos, sus gastos de administración, y el Gobierno tiene que hacer lo mismo", afirmó a preguntas de los periodistas. Tras recordar que ha estado 29 años dedicada plenamente a la política, Aguirre aseguró que está "cada vez más convencida" de que las políticas liberales son las que pueden sacar a los países de la actual crisis. "Liberales en el sentido de acrecentar los derechos y libertades de los ciudadanos, y en la medida de lo posible dejar el dinero en los bolsillos del contribuyente y no subir los impuestos, sino en todo caso bajarlos", recalcó.

Ya en su intervención ante el público presente en las jornadas, reiteró que entró en política hace tres décadas porque sentía que "una verdadera voz liberal debía ser escuchada" en España. La líder de los populares madrileños incidió además en que en el actual contexto de crisis sigue siendo importante que esa corriente política se haga escuchar mejor en el Estado, Europa y Occidente en general.

Intervención Esperanza Aguirre defendió además que "lo mejor que un gobierno puede hacer para que científicos y técnicos innoven es reducir su intervención al mínimo y limitarse a aplicar la tarea natural del gobierno, y ninguna más". Durante el foro internacional, dedicado a analizar las tendencias globales del siglo XXI, opinó que, para un correcto funcionamiento de la economía, es preferible que el dinero se encuentre "en las manos y bolsillos de los ciudadanos antes que en los de los políticos".

"Si en 1983 creía que las políticas liberales eran las más eficientes para ampliar el progreso de nuestros ciudadanos y ofrecer oportunidades, hoy, 30 años después y con mucha experiencia a mis espaldas, creo en ellas aún con mayor ahínco", insistió. La participación española en estas jornadas celebradas en Portugal se completó ayer con una charla de la exministra de Exteriores Ana Palacio.