pamplona. Puede que la del jueves pasado no sea la última moción de censura a la que tenga que hacer frente la presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina. Y es que el PSN, que hace cuatro días se abstuvo en la votación impidiendo que prosperase la iniciativa de Bildu y Aralar, estudia ahora la posibilidad de impulsar una desde sus propias filas si el partido que ostenta el Ejecutivo foral no "mueve ficha".
Tal y como reclamó Roberto Jiménez en su discurso durante el debate de la moción de censura, el Gobierno tendrá problemas si "la presidenta se enroca en el poder". Y es que ahora mismo para los socialistas el verdadero escollo es precisamente la persona de Barcina. Por ello Jiménez lanzó el pasado jueves un mensaje directo a los regionalistas de que es la presidenta quien genera la "inestabilidad".
En cambio, a pesar de la oportunidad que tuvieron en su mano para sacar a Barcina del Gobierno de Navarra, los socialistas dejaron pasar este tren, según explicaron, por "las diferencias ideológicas y las líneas rojas" que todavía existen entre EH Bildu y ellos.
No obstante apostaron por formar un bloque sólido con Izquierda-Ezkerra y Geroa Bai que permita avanzar en acuerdos y formar las bases para futuras iniciativas.
necesidad de apoyos Al margen de esta apuesta, el PSN no puede obviar que para que su moción de censura saliera adelante debería contar inevitablemente con los votos de aquellos a los que rechazó unirse el jueves.
También estaría por ver si el resto de grupos de la oposición de izquierdas apoyarían la iniciativa socialista y si estarían dispuestos a aupar a su candidato a la presidencia del Gobierno.
Esta máxima fue tratada el miércoles pasado en una reunión en la sede central de Ferraz. Roberto Jiménez, reunido con Alfredo Pérez Rubalcaba y Elena Valenciano abordó la posibilidad de retomar la moción de censura dentro de unos meses o incluso antes de San Fermín, en el caso de que Barcina siga al frente del Ejecutivo para terminar con la difícil situación institucional que vive Navarra. Rubalcaba no se posicionó ante esta propuesta pero tampoco cerró la puerta.
En el caso de que el PSN decidiera abanderar esta segunda moción debería buscar, al menos, un socio para presentarla (es necesario el respaldo de diez aforados para registrar una moción de censura y el PSN tiene nueve) y, después, la complicidad del resto de la oposición de izquierdas. Los socialistas, que el jueves también emplazaron a las bancadas a crear un bloque de izquierdas a la vista de los buenos resultados que están teniendo los encuentros a dos entre los grupos, deberían negociar entonces si la moción se plantea con un fin electoral o para hacerse con la presidencia del Gobierno.
Por parte del PNV, el presidente de este partido, Andoni Ortuzar, valoró ayer que la izquierda abertzale cometió un "error" en su planteamiento de la moción de censura y la condenó "al fracaso". El líder jeltzale sostuvo que con esa iniciativa el único objetivo de la izquierda abertzale agrupada en Bildu en la Comunidad Foral era "situarse, de cara al nuevo panorama en Navarra, como la alternativa a UPN".
Jiménez y Barcina salen del Parlamento de Navarra. Foto: javier bergasa